El presidente de Turquía mantuvo la presión sobre Arabia Saudí el miércoles mientras el poderoso príncipe heredero se preparaba para intervenir en una cumbre de inversionistas internacionales en Riad, sus primeras declaraciones públicas desde el asesinato del columnista de The Washington Post Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul a principios de mes.
La esperada intervención de Mohammed bin Salman en la cumbre Iniciativas para Futuras Inversiones llega en un momento en que el foro, creado por el propio heredero, se vio eclipsado por la muerte de Khashoggi y las críticas internacionales.
Líderes empresariales extranjeros, funcionarios y otros cancelaron su asistencia al evento, y durante la primera jornada varios participantes reconocieron la muerte del escritor saudí, cuyas columnas criticaban la campaña de detenciones y gobierno del príncipe.
Las autoridades turcas sostienen que Khashoggi fue asesinado el 2 de octubre por un escuadrón de 15 saudíes, que incluía a un miembro del séquito del príncipe Mohammed en sus viajes al extranjero. Riad sugirió, sin ofrecer pruebas, que la muerte fue accidental. Sin embargo, en el reino no se toma ninguna decisión importante sin la aprobación de la familia gobernante Al Saud.
Recep Tayyip Erdogan mantuvo la presión sobre el conservador reino el miércoles.
“Estamos decididos a no dejar que se oculte el asesinato y a que los responsables _ desde la persona que dio la orden a los que la ejecutaron _ escapen a la justicia”, dio el mandatario turco en la capital del país, Ankara.
Por su parte, el presidente Donald Trump continuó con sus críticas al reino por el incidente.
“El encubrimiento fue horrible. La ejecución fue horrible”, dijo Trump a reporteros en la Casa Blanca el martes en la noche. “Pero nunca debió haber una ejecución o encubrimiento porque esto nunca debió haber ocurrido”.
Más tarde, Trump fue preguntado por el príncipe Mohammed durante una entrevista con The Wall Street Journal en el Despacho Oval.
“Bueno, el príncipe está llevando las cosas por allí más en esta etapa. Está gestionando las cosas y si va a ser alguien, será él”, dijo Trump.
Poco después de las palabras de Trump, el secretario de Estado, Mike Pompeo, anuncio que Estados Unidos revocó las visas de algunos funcionarios saudíes implicados en la muerte de Khashoggi.
La retirada de las visas es la primera medida sancionadora del gobierno de Trump a los saudíes, a quienes Washington ve como aliados clave en su esfuerzo por aislar a Irán, desde la desaparición del periodista. Por su parte, Trump criticó a Arabia Saudí y a la OPEP por el elevado costo del petróleo, pidiendo un incremento de la producción para que baje el precio de la gasolina antes de las elecciones de mitad de legislatura en el país.
Los ministros de Exteriores del G-7 dijeron que Arabia Saudí debe realizar una investigación creíble “en plena colaboración con las autoridades turcas”.