El gigante tecnológico surcoreano Samsung lamentó la multa de cinco millones de euros que le impuso el miércoles pasado Italia por prácticas comerciales desleales en relación a la obsolescencia programada y rechazó las acusaciones.
«En Samsung la satisfacción del cliente es fundamental para nuestro negocio y nuestro objetivo es ofrecer la mejor experiencia posible. Estamos decepcionados con la decisión de la Autoridad Italiana de Competencia», indicó la compañía en un comunicado.
La autoridad italiana garante de la competencia del mercado (AGCM) impuso el miércoles pasado esa multa de cinco millones de euros a Samsung y otra de diez millones al gigante de las telecomunicaciones Apple por considerar que incurrieron en prácticas comerciales desleales.
El organismo cree demostrado que, tras dos exhaustivas investigaciones, ambas compañías obligaron «a los consumidores a descargar algunas actualizaciones en sus teléfonos móviles que causaron graves errores y redujeron significativamente su funcionamiento, acelerando así su sustitución por productos más recientes», según un comunicado.
Samsung ha negado estas acusaciones y ha garantizado que «no lanzó ninguna actualización de software que redujera el rendimiento del (teléfono) Galaxy Note 4».
«Por contra, Samsung siempre ha publicado actualizaciones de software que permiten a nuestros clientes tener la mejor experiencia posible. Tomaremos las acciones legales necesarias para apelar la decisión de la Autoridad Italiana de Competencia», concluyó.
La autoridad italiana impuso a Apple una sanción más elevada porque no informó correctamente a los usuarios de la duración de las baterías de litio de sus teléfonos y ciertos factores que contribuyen a su deterioro.