Con la publicación de la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, ya no habrá pensiones para los expresidentes, y ningún funcionario público podrá ganar más que el Jefe del Ejecutivo federal, afirmó el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
También aseguró que ganará 60 por ciento menos de lo que obtiene el presidente actual (Enrique Peña Nieto); no habrá compensaciones, partidas para protocolo ceremonial, ni fueros, ni privilegios: «Se va a poder juzgar a los expresidentes, me van a poder juzgar a mí, como se juzga a cualquier ciudadano«.
En un video en redes sociales, precisó: «Tengo una ambición legítima, quiero ser uno de los mejores presidentes de México, y para eso se requieren los cambios; no más de lo mismo«.
Recordó que la semana pasada hubo diferentes manifestaciones en contra por la consulta para la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) y la publicación del semanario Proceso, cuya portada menciona que se encontraba solo y se avizoraba el fracaso.
En este sentido, consideró que esto es normal en un marco de las libertades democráticas, «es pluralidad, es libertad de expresión, no es pensamiento único y yo no aspiro a ser un dictador«.
No obstante, el morenista enfatizó que la libertad implica mensajes de ida y vuelta: «Quisieran estarnos cuestionando y que nos quedáramos callados, y no, no va a ser así, tenemos que debatir de manera respetuosa, pero tiene que haber diálogo circular, tiene que haber libertades plenas y para todos«.
Expuso que se encuentra bien y de buenas, y comentó: «Se dice que el día 1 de diciembre, esto le va a molestar mucho a mis adversarios, pero tengo que tener sentido del humor, que no va a ser mi toma de posesión, sino mi primer informe de gobierno«.
Finalmente, advirtió que no va a haber primera dama, ya que su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, quien dijo que es «una mujer con criterio«, seguirá dedicándose a las actividades que realiza actualmente.