El fundador de Microsoft, Bill Gates, presentó en Pekín su apuesta para hacer frente a la crisis mundial de saneamiento: un retrete que no necesita agua ni conectarse a ningún sistema de depuración para funcionar y que transforma los desechos humanos en fertilizantes.
El multmillonario mostró este novedoso modelo al público en una exhibición que se celebra en Pekín para mostrar los últimos avances tecnológicos de saneamiento para «reinventar los inodoros» y acelerar su adopción y comercialización.
«Esta exposición presenta por primera vez tecnologías y productos de saneamiento descentralizados radicalmente nuevos y listos para comercializarse», destacó Gates en un comunicado divulgado por la Fundación Bill y Melinda Gates.
En este contexto, el fundador de Microsoft presentó su propuesta de inodoro, cuyo uso se puede universalizar gracias a que no necesita conectarse a ningún sistema de saneamiento, no requiere agua y transforma las deposiciones humanas en fertilizantes.
Algunos de estos retretes ya están siendo probados en la ciudad sudafricana de Durban, donde también se están poniendo en marcha otros modelos que se alimentan de energía solar, explicó Gates en un video difundido en su cuenta oficial de Twitter.
There are few things I love talking about more than toilets. pic.twitter.com/rQdY3ZiIpC
— Bill Gates (@BillGates) 5 de noviembre de 2018
La rápida expansión de estos nuevos productos y sistemas de saneamiento que no necesitan conectarse a ninguna red podrían reducir drásticamente el número de muertes y el impacto de la falta de higiene en la salud de la población en los países más pobres, añadió.
Gates mostró durante la presentación un tarro lleno de heces para explicar que los desechos humanos pueden provocar enfermedades como la diarrea o el cólera, que ya causan cerca de 500 mil muertes de niños menores de cinco años cada año en todo el mundo, debido a enfermedades derivadas de esta falta de higiene.
Además, añadió, más de 200 mil millones de dólares (más de 175 millones de euros) se pierden anualmente debido a los costes sanitarios y la baja productividad provocada por la falta de un saneamiento adecuado.
También participó en la exposición el presidente del Banco Mundial (BM), Jim Yong Kim, quien destacó que el saneamiento es una de las prioridades para su organización, que se aliará con la Fundación Bill y Melinda Gates para llevar instalaciones sanitarias seguras a todas las partes del mundo.
«Los sistemas que se pueden extender con rapidez y pueden proporcionar un saneamiento seguro y sostenible a las comunidades son fundamentales para la calidad de vida y el desarrollo del capital humano», afirmó el líder del BM, citado en el comunicado.
La Fundación Bill y Melinda Gates, que ha invertido más de 200 millones de dólares (175 millones de euros) desde 2011 para reinventar los inodoros, prometió durante el encuentro invertir otros 200 millones para lograrlo.
Según los últimos datos de la ONU, el 60% de la población mundial no cuenta con instalaciones sanitarias adecuadas y casi 900 millones de personas en el planeta se ven obligadas a defecar al aire libre por no tener acceso a un aseo.
El próximo 19 de noviembre se celebra el Día Mundial del Retrete, con el objetivo de sensibilizar sobre la crisis mundial de saneamiento y fomentar medidas para solucionarla, de acuerdo a lo establecido en los Objetivos de Desarrollo Sostenibles, que tienen como horizonte el año 2030.
Por su parte, las autoridades chinas emprendieron en 2015 la llamada «revolución de los retretes» para mejorar las instalaciones de estos servicios públicos y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, ya que algunas viviendas más tradicionales no disponen de retretes propios, por lo que los baños públicos son imprescindibles para la población.