El gobernador de California, Jerry Brown, llamó al gobierno federal a que declare como desastre mayor a los incendios forestales que afectan el estado, que han causado al menos 31 muertes, la destrucción de miles de hectáreas, casas y estructuras y evacuado a miles de residentes.
“Esta no es la nueva normalidad, esta es la nueva anormalidad”, dijo Brown al advertir que estas situaciones continuarán en los próximos 15 ó 20 años al señalar que la ciencia ha vaticinado que «la sequía, el calor entre otras cosas, aumentarán”.
“Aquí tenemos un verdadero desafío que amenaza todo nuestro estilo de vida, por lo que tenemos que unirnos… La tierra y el aire, luego los vientos se elevan a 100 kilómetros por hora, esto es lo que sucede«, aseguró.
Por su parte, el presidente Donald Trump amenazó hace unos días a través de un tuit con suspender la ayuda federal a California, al advertir sobre un pésimo manejo en el control de incendios, lo que le ha generado numerosas criticas.
El incendio Camp en el Condado de Butte, en el norte de California, destruyó más de seis mil 700 estructuras, causó la muerte de al menos 29 personas, mientras 228 han sido reportadas como desaparecidas y mas de 57 mil han sido evacuadas.
Este incendio, el más destructivo del estado, ha sido controlado en un 25 por ciento por los bomberos.
El incendio de Woolsey en los condados de Ventura y Los Angeles ha quemado más de 34 mil 600 hectáreas y destruido casas en Malibu, Westlake Village y Thousand Oaks, mientras amenaza a partes de Simi Valley y West Hills. Al menos dos residentes murieron.
En esta región en donde el incendio solo ha sido controlado en 15 por ciento, 57 mil estructuras permanecen bajo amenaza y las evacuaciones son obligatorias en Malibú y Calabasas.