A través de una empresa, la Universidad Politécnica Francisco I. Madero contrató a personal de 23 dependencias del gobierno federal para hacer el padrón y manuales de gestión de programas de la Sedatu, cosa que no habrían hecho.

De acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación (ASF), lo que sí hicieron los funcionarios fue recibir recursos por más de 10 millones de pesos que entregaron a cuentas de otros.

Se trata de 69 funcionarios y exfuncionarios de dependencias como la Secretaría de Gobernación (Segob), de la Defensa Nacional (Seden), Semarnat, Sedatu, Sedesol, Pemex, la Prpocuraduría General de la República (PGR) y hasta Províctima, explicó Animal Político.

En su nota, detallan que la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) hizo un convenio con dicha universidad en 2016, pero ésta subcontrató por 139 millones de pesos a la empresa VICMA, y ésta a su vez a 488 personas para cumplir con los trabajos, entre ellos funcionarios.

La ASF confirmó que dichos funcionarios no pudieron haber cumplido con el contrato, porque “hacía incompatible la prestación de los servicios por los periodos, ubicación y horarios de ejecución de los trabajos a desarrollar”.