Gustavo Jiménez Pons, el empresario que expresó su deseo de comprar el avión presidencial, además quiere adquirir otras aeronaves del Estado Mayor presidencial (EMP), así como 10 helicópteros de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar) y de la Defensa Nacional (Sedena).

El empresario, según informó Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula, enviaría una carta al presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, para pedirle una audiencia personal luego de dos intentos infructuosos de ello.

No obstante, Jiménez Pons, sobrino del próximo titular del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, no es el único interesado en adquirir el avión presidencial, ya que Jorge Antonio Fernández, presidente de Lamborghini Latinoamérica, le envió una carta a López Obrador para reafirmarle su participación en la compra del Boeing 787-8 Dreamliner.

La participación se llevará a cabo dentro de los términos contenidos en el acuerdo, el cual incluye el diseño y remodelación de su interior, así como propuestas para el diseño de la pintura del exterior del avión”, dijo Fernández García, según lo informado en el noticiero Por la Mañana.

De venderse la aeronave a Gustavo Jiménez Pons, se podría incurrir en un caso de conflicto de interés, debido al parentesco con el posible próximo secretario de estado en la próxima administración federal.