Más allá de un simple pasatiempo, el anime está posicionado como un estilo de vida en Japón y diversos sectores de la población alrededor de todo el mundo; sin embargo, incluso en la cuna de dicho tipo de animación, fue extraño que un hombre de 35 años se casara con un holograma.
Frente a 40 invitados, en una ceremonia que costó cerca de 17 mil 600 dólares en Tokio, Japón, Akihiko Kondo y “Hatsune Miku” unieron sus vidas, aunque sin bases legales.
La gran ausente fue la madre de Kondo, quien consideró que “no era algo digno de celebración” que su único hijo contrajera nupcias con una cantante de realidad virtual de 16 años, quien estuvo presente en la boda a través de un peluche.
Ese peluche es quien duerme junto a Kondo, pero quien se despide de él por las mañanas, cuando sale a trabajar como administrador en una escuela, es un dispositivo de escritorio con valor de dos mil 800 dólares.
Cuando le llama para avisarle que regresa a casa, es ella quien enciende las luces, y más tarde le avisa que es hora de dormir.
Al igual que Kondo, más de tres mil 700 certificados de matrimonio “interdimensionales” fueron emitidos por Gatebox, empresa que produce el dispositivo del holograma en el que flota Miku. En ellos consta que un humano y un personaje virtual se casaron “más allá de las dimensiones”.
La cantidad podría no sorprender tomando en cuenta que en Japón, en 1980 uno de cada 50 hombres llegaba a los 50 años sin casarse; actualmente, la cifra es uno de cada cuatro.
“Miku es la mujer a la que quiero y también la que me salvó”, asegura.
Con información de AFP