Buzos de Uganda recuperaron 31 cadáveres y preveían encontrar más en un barco que zozobró en el lago Victoria, uno de los peores desastres marítimos en la historia del país y ante el cual el presidente exigió normas de seguridad más estrictas.
Se cree que la embarcación llevaba casi 100 pasajeros por encima de su capacidad, dijo Zurah Ganyana, un policía de alto rango en el lugar. Al menos 27 personas fueron rescatadas durante la noche, una cifra inferior a lo informado inicialmente, agregó.
La nave, que efectuaba un recorrido turístico de rutina y llevaba en su mayor parte a jóvenes que se divertían, volcó y se hundió el sábado alrededor de las 7 de la noche, afirmó.
Entre las muchas historias trágicas estaba la de un hombre que acudió a auxiliar a las víctimas y se ahogó cuando un pasajero desesperado lo jaló bajo el agua.
El MV Templa estaba en malas condiciones, no se había utilizado por algún tiempo y carecía de una licencia actualizada de funcionamiento, dijeron las autoridades. La policía marítima intento impedir que la embarcación emprendiera el recorrido turístico, pero se sintió rebasada debido a la presencia de dos príncipes locales entre los pasajeros, agregó.
“Ese tipo de embarcaciones no deben transportar más de 50 personas”, dijo el legislador Johnson Muyanja, que representa parte del distrito de Mukono, donde ocurrió el naufragio. “Aquí no tenemos límites. Nuestro problema es que no tenemos control. El número de personas a bordo era demasiado en comparación con el tamaño del bote”.
Según versiones, en fecha reciente se habían efectuado reparaciones a la angosta embarcación de acero, como taparle hoyos en el casco. Era utilizada de manera intermitente, y sus operadores presuntamente eludían a los inspectores que pretendían confiscarla, dijo Aggrey Bagiire, ministro estatal de transporte.
“Debido a esta calamidad podemos adoptar ahora algunas medidas sólidas y punitivas”, agregó. “Alguien simplemente compra un yate y lo pone en el agua, sin registrarlo, sin llevarlo a inspeccionar. Hay impunidad”.
La embarcación había efectuado la mitad de su recorrido cuando el capitán advirtió que el casco estaba “haciendo agua muy rápido por los lugares en los que se habían hecho reparaciones de soldadura”, dijo Henry Ategeka, el principal inspector marítimo de Uganda, que citó las conclusiones de una investigación preliminar.
El desastre conmocionó a muchas personas en este país del este de África, donde un paseo en embarcación por el lago Victoria es una actividad caca vez más popular entre los jóvenes en Kampala.
El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, dijo en Twitter que había ordenado el registro electrónico y monitoreo de todos los botes “de forma que podamos saber quién está en el lago y por qué”
“Obviamente, los operadores de este bote serán acusados de negligencia criminal y homicidio no premeditado, si es que no han sido ya castigados por su error muriéndose en el accidente”, afirmó. “Que todo el mundo quede advertido por esta tragedia”.