Una reforma impulsada por los coordinadores parlamentarios de la Cámara de Diputados podría acabar a partir de enero de 2019 con los adelantos de dieta de hasta cinco meses que podían pedir los legisladores.
Desde enero, los diputados pueden pedir a la cámara baja un anticipo de su sueldo con intereses que va desde los 74 mil 672.32 hasta los 373 mil 361 pesos.
Según el diario Excélsior, en diciembre de 2017, los legisladores 14 millones 505 mil 190 pesos por anticipo de dieta.
No obstante, este año, a los adelantos se le deducirán montos de resoluciones judiciales y las aportaciones que solicite el legislador por otros conceptos.
La reforma impulsada por los 8 coordinadores parlamentarios es referente a la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos y busca eliminar la posibilidad de los adelantos de dieta en la administración pública.
La medida también podría ser aplicable a otros servidores públicos federales, tales como representantes de elección popular, los miembros del Poder Judicial de la Federación, los funcionarios y empleados y, en general, toda persona que desempeñe un empleo, cargo o comisión de cualquier naturaleza en el Congreso de la Unión o en la Administración Pública Federal, así como a los servidores públicos de las instituciones y organismos dotados de autonomía y de las empresas productivas del Estado.
En tanto no se presente y apruebe la iniciativa, los diputados pueden acceder a los anticipos de dieta y someterse a las mismas reglas que en la legislatura pasada, como pagar por el anticipo un interés anual que corresponda a la tasa CETES a 28 días publicada por el Banco de México.
Los diputados que buscan adelantos de dieta deben presentar una solicitud a la Dirección General de Finanzas, con el aval del coordinador parlamentario del partido del beneficiado.
En caso de que el legislador se separe del cargo, la deuda debe ser cubierta con su gratificación de fin de año y si aún hay saldo pendiente, será pagada por su grupo parlamentario.