La Fiscalía de Turquía giró hoy una orden de arresto contra dos exaltos cargos sauditas por su vinculación con el asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi en el consulado de Riad en Estambul.

Según informa la televisión turca TRT, el fiscal Irfan Fidan presentó una orden de arresto contra uno de los principales asesores del príncipe saudí, Mohamed bin Salmán, y el subjefe de los servicios de inteligencia bajo sospecha de planear el asesinato de Khashoggi.

La orden de arresto contra los dos altos cargos, supuestamente próximos al príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, apunta que son dos de los responsables de la planificación del asesinato del disidente el pasado 2 de octubre.

Existe una “fuerte sospecha” de que Saud al-Qahtani (uno de los asesores más cercanos al principe y el general de brigada Ahmed al-Asiri, vicedirector de los servicios secretos, quienes fueron destituidos de sus cargos en octubre, se encontraban entre los planificadores del asesinato.

La medida de la fiscalía para emitir órdenes de arresto para Asiri y Qahtani refleja la opinión de que las autoridades sauditas no tomarán medidas formales contra esas personas”, señaló un funcionario turco.

Khashoggi, colaborador del Washington Post, fue visto por última vez el 2 de octubre cuando ingresaba en el consulado de Arabia Saudita en Estambul, Turquía.

El gobierno turco acusa a Arabia Saudita de asesinar al periodista disidente, de 59 años, y cortar su cuerpo en pedazos.

Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, aseguró que la orden de matar a Khashoggi provino de los niveles más altos del gobierno saudí, pero insistió en que no era el rey Salman.

Después de negar inicialmente que Khashoggi había sido dañado en el consulado, Arabia Saudita admitió que fue asesinado después de ingresar a la legación diplomática, aunque el reino continuó negando que el periodista disidente fuera ejecutado por orden de altos funcionarios sauditas.

La medida también se produce un día después de que senadores de Estados Unidos indicaron que estaban más seguros que nunca de que el príncipe heredero saudí fue responsable del asesinato de Khashoggi luego de recibir una sesión informativa de la CIA sobre el asunto.