Los bandos enfrentados en Yemen acordaron un intercambio de prisioneros como parte de las medidas para fomentar la confianza en la nación arrasada por la guerra, dijo el jueves el enviado de Naciones Unidas en el inicio de las conversaciones de paz en Rimbo, una localidad al norte de Estocolmo, Suecia.

Representantes del gobierno reconocido por la comunidad internacional y de los rebeldes chiíes, conocidos como hutíes, se sentaron frente a frente mientras la ministra de Exteriores de Suecia, Margot Wallstrom, y el enviado de la ONU, Martin Griffiths, inauguraban las conversaciones auspiciadas por el organismo internacional para poner fin a una catastrófica guerra civil que dura ya tres años.

Wallstrom inauguró la cumbre deseando a los participantes que encuentren “compromiso y valor” en el inicio de la complicada tarea que tienen por delante. “Ahora depende de ustedes, los bandos yemeníes. Ustedes tienen el mando sobre su futuro”, declaró.

“Los próximos días son un hito”, dijo Griffiths, que hizo un llamado a las partes a no “vacilar… trabajemos de buena fe… para entregar un mensaje de paz”.

El enviado de la ONU anunció que los rivales acordaron el intercambio de reos como primer paso para la creación de confianza. Griffiths dijo que las dos partes señalaron que se tomaban en serio la desescalada del conflicto a través de los llamados que realizaron en las últimas semanas, y los instó a trabajar más para reducir la violencia en la nación más pobre del mundo árabe.

“También me complace anunciar la firma de un acuerdo para un intercambio de prisioneros, detenidos, desaparecidos, detenidos forzosos e individuos bajo arresto domiciliario”, apuntó el enviado. “Esto permitirá que miles de familias se reúnan y es producto de un trabajo muy efectivo y activo por parte de ambas delegaciones”.

Pese a esto, funcionarios de la ONU trataron de reducir sus expectativas sobre la reunión, señalando que no esperan avances rápidos hacia un acuerdo político pero sí pequeños pasos que permitan abordar la creciente crisis humanitaria que vive el país.

Tanto el gobierno reconocido internacionalmente, que cuenta con el respaldo de una coalición patrocinada por Estados Unidos y liderada por Arabia Saudí, y los hutíes, que tienen el apoyo de Irán, dicen que están luchando por la paz.

La delegación hutí llegó a Estocolmo el martes en la noche acompañada de Griffiths. Los representantes del ejecutivo y el líder de los rebeldes viajaron a Suecia el miércoles.

Por otra parte, la agencia de alimentación de la ONU, el Programa Mundial de Alimentos, anunció antes el jueves que está planeando ampliar la distribución de comida para ayudar a otros cuatro millones de yemeníes en los próximos dos meses, lo que supondría un incremento del 50% con respecto a la cifra de beneficiarios actual, si se mantiene el acceso a los más necesitados.