La defensa de Joaquín El Chapo Guzmán en el juicio que se le sigue en Nueva York, intentó ayer jueves desacreditar el testimonio del testigo Germán Rosero, un abogado colombiano que actuaba de enlace entre cárteles, al cuestionar su honestidad y memoria.
El abogado defensor El Chapo, Eduardo Balarezo, inició su interrogatorio al testigo con preguntas sobre sus orígenes familiares, educación, parejas en la juventud y las circunstancias en las que conoció a otros de los participantes en la trama, Juan Carlos Ramírez El Chupeta y Sergio Ramírez.
Belarezo también insistió en el hecho de que Rosero trabajó como defensor público en Colombia antes de iniciarse en el narcotráfico y en que para poder ejercer como abogado tuvo que hacer un juramento de que no cometería crímenes.
Dicho juramento, afirmó, no se cumplió al entrar en el mundo del crimen organizado, algo que la defensa quiso recalcar junto al hecho de que dicho compromiso fue realizado frente a un cura.
El abogado recalcó que del relato de Rosero no hay papeles ni pruebas escritas, sino que todo se basa en los recuerdos del propio testigo.
Por ello, la defensa de Guzmán Loera presentó un documento de una reunión de Rosero con la Fiscalía, en la que declaraba que un envío de cocaína a principios de 2004 era de 6 mil kilos, cuando previamente hoy declaró que se trataba de 8 mil.