Una niña guatemalteca de 7 años que entró a Estados Unidos de manera ilegal junto con su padre la semana pasada murió poco después de ser detenida por agentes de la Patrulla Fronteriza, confirmaron autoridades migratorias federales ayer jueves.

La niña falleció por deshidratación y choque más de ocho horas después de que los agentes la arrestaron cerca de Lordsburg, Nuevo México, reportó el diario The Washington Post. Viajaba con un grupo de 163 personas que se entregaron a los agentes el 6 de diciembre.

Se desconoce qué le sucedió a la niña durante esas ocho horas antes de que presentara convulsiones y fuera trasladada vía aérea a un hospital de El Paso. En un comunicado, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza señaló que no había comido ni tomado agua en varios días.

Cuando un agente de la Patrulla Fronteriza realiza un arresto, esa persona es procesada en una instalación, pero por lo general no pasa más de 72 horas detenida antes de ser transferida al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus iniciales en inglés) o, si es de nacionalidad mexicana, ser deportada a su país.

La muerte de la niña guatemalteca genera dudas sobre si los agentes fronterizos sabían que estaba enferma o si se le alimentó o dio de beber durante las más de ocho horas que estuvo detenida.

La Patrulla Fronteriza ha visto un incremento en los grandes grupos de migrantes, muchos de ellos con niños pequeños, que se entregan a las autoridades. La mayoría son de origen centroamericano y señalan que huyen de la violencia. En lugar de intentar evadir a las autoridades, se entregan con planes de solicitar asilo.

Los agentes de Arizona con frecuencia ven grupos con más de 100 personas, en ocasiones con niños y bebés.

Cynthia Pompa, directora de defensa del Centro de Derechos Fronterizos de la Unión Americana de Libertades Civiles, dijo que las muertes de migrantes aumentaron el año pasado a pesar de que se registró un descenso en el número de cruces fronterizos.

Esta tragedia representa el peor resultado posible cuando las personas, niños incluidos, son sujetos a condiciones inhumanas. La falta de responsabilidad, y una cultura de crueldad dentro de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza han exacerbado las políticas que llevan a los migrantes a la muerte”, dijo.

La identifican

Una funcionaria de la Cancillería guatemalteca identificó como Jackeline Caal a la niña guatemalteca de 7 años que murió en un hospital en Texas, luego de haber sido arrestada junto a su padre y otros migrantes en Nuevo México.

El padre fue identificado como Nery Caal, de 29 años, y son originarios de una comunidad indígena de Alta Verapaz, en el norte de Guatemala, dijo la funcionaria, quien pidió el anonimato.

Por su parte, la cancillería informó este viernes en un comunicado que, según información de la Patrulla Fronteriza, la niña fue detenida junto a su padre y otros migrantes en Nuevo México la noche del jueves 6 de diciembre, ella presentaba fiebre y vómitos, fue atendida por paramédicos y, unas 8 horas después, su salud se agravó y presentó fiebres y convulsiones por lo que fue llevada a un centro asistencial en Texas.

La niña habría sobrevivido a dos paros cardiacos previos a su muerte.

Se desconoce qué le sucedió a la niña durante esas ocho horas antes de que presentara convulsiones y fuera trasladada vía aérea al hospital Paso. En un comunicado, la oficina de aduanas señaló que no había comido ni tomado agua en varios días.