A partir del veneno de avispas, investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) desarrollaron una sustancia que mata bacterias.
El antibiótico está basado en el veneno de una especie de avispa de América del Sur.
No es posible utilizarlo como antibiótico porque también es dañino para los humanos. Sin embargo los expertos crearon una variante de una toxina en el veneno, que no afecta a la personas, pero que puede servir para combatir enfermedades.
También un estudio publicado en la revista Nature Communications Biology demostró que esta sustancia es eficiente para combatir a las superbacterias.
Las superbacterias son aquellas bacterias resistentes a los antibióticos que representan un problema grave en la actualidad.
Sin embargo, los científicos del MIT que realizaron la investigación explicaron que el veneno de la avispa sudamericana contiene una toxina que es agresiva para las superbacterias, pues contienen un péptido que las combate.
El grupo utilizó las soluciones del producto de avispa en ratones infectados con Pseudomonas aeruginosa, una bacteria que causa infecciones respiratorias.
Los resultados fueron prometedores ya que la toxina en el veneno de la avispa eliminó la superbacteria.
Cesar de la Fuente Núñez, experto del MIT, lo explicó de la siguiente forma:
«Después de cuatro días, este compuesto puede eliminar la infección por completo. Esto ha sido bastante sorprendente y emocionante a su vez, ya que normalmente no vemos este tipo de resultados con otros antimicrobianos experimentales u otros antibióticos, en este modelo de ratón en particular».
Aunque aún queda por realizar pruebas en humanos, todo indica que el veneno de avispas podría ser relevante en futuras medicinas.