Tras la muerte de un niño migrante guatemalteco de ocho años, detenido por las autoridades migratorias de Estados Unidos tras cruzar la frontera desde México, durante la madrugada de Navidad, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) anunció cambios en la forma en que atiende a los menores que son tomados en custodia.
De acuerdo con autoridades, la tarde del lunes el pequeño, identificado como Félix Alonzo Gómez, comenzó a mostrar signos de enfermedad, por lo que fue trasladado junto a su padre a un centro médico en Alamogordo, Nuevo México.
Más tarde fue dado de alta con recetas de amoxicilina e ibuprofeno; sin embargo, por la noche comenzó a vomitar y fue trasladado nuevamente al hospital, donde murió en las primeras horas del martes 25 de diciembre.
Los funcionarios indicaron que la causa de la muerte del menor aún se desconoce y que, de acuerdo con la política de CBP, se llevará a cabo una investigación sobre las causas.
Nuevo enfoque de la CBP
Tras el incidente, la Patrulla Fronteriza realizará ahora «controles médicos secundarios» a todos los niños bajo custodia, con un enfoque en los menores de 10 años.
La CBP está considerando solicitar asistencia médica adicional de otras agencias, como el Departamento de Salud y Servicios Humanos y el Departamento de Defensa, y coordinar con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) sobre la cantidad de niños bajo custodia.
También que se está revisando cómo se mantiene a los inmigrantes bajo custodia para que poder aliviar los problemas de capacidad en sus centros de detención.
Cabe señalar que la muerte del menor guatemalteco se registra en los momentos en que el gobierno federal estadunidense está parcialmente cerrado debido a una disputa entre el presidente Donald Trump y el Congreso por su demanda de fondos para construir un muro fronterizo.
Con información de Notimex