Un sujeto acusado de matar a tiros a un policía de California se encontraba ilegalmente en el país y fue capturado cuando se disponía a huir a México, donde vivía antes de cruzar en forma ilegal a Estados Unidos, dijeron las autoridades.

Tras una intensa búsqueda de dos días en todo el estado, Pérez Arriaga, de 33 años, fue detenido el viernes mediante una orden de arresto por homicidio en una casa cerca de Bakersfield, a unos 320 kilómetros (200 millas) al sureste de donde Singh fue baleado el miércoles.

El jefe de policía que encabezó la investigación dijo que la ley santuario de California impidió a la policía local informar a las autoridades de inmigración que Gustavo Pérez Arriaga tenía dos arrestos previos por conducir ebrio.

Si lo hubieran deportado, el cabo Ronil Singh, del pequeño Departamento de Policía de Newman aún estaría vivo, dijo el jefe de policía Adam Christianson, del condado Stanislaus.

“No podemos ignorar que esto podría haberse evitado”, afirmó Christianson a la prensa. Preguntó por qué el estado “concede el santuario a delincuentes (y) miembros de pandillas. Es una conversación que debemos tener”.

Singh había detenido al conductor presuntamente ebrio en la localidad de Newman cuando fue herido de muerte y aunque logró accionar su arma no acertó contra el agresor, dijeron las autoridades.

Cuando un comando policial de elite se preparaba para allanar la casa donde se encontraba Pérez Arriaga, éste salió con las manos en alto y se rindió. Fue trasladado al norte con las esposas del agente asesinado, afirmó el jefe policial del condado Kern, Donny Younglood.

Pérez Arriaga había cruzado la frontera en Arizona hace varios años y trabajó como jornalero en varias lecherías. El mexicano estuvo afiliado a pandillas y tenía varias páginas de Facebok con diferentes nombres, dijo Christianson.

La muerte del policía ocurrió en medio de una intensa pugna política sobre inmigración en la que el presidente Donald Trump y los demócratas en el Congrerso tienen diferencias muy fuertes en torno a la financiación para el muro fronterizo, disputa que propició el cierre parcial del gobierno.

Trump tuiteó el jueves sobre el homicidio de Singh que es “tiempo de ponernos estrictos sobre la Seguridad Fronteriza. ¡Hay que construir el muro!”

El exsenador demócrata Kevin de Leon, autor de la ley santuario, dijo que era injusto culparla de la muerte del agente.

El gobernador Jerry Brown ha dicho que esa ley mantiene el equilibrio porque protege a las familias y garantiza que los delincuentes enfrenten las consecuencias. El portavoz de Brown dijo el viernes que si se sabía que el sujeto era miembro de una pandilla, la policía podía haber facilitado esa información a las autoridades federales.

Singh también era un inmigrante que llegó legalmente al país procedente de Fiji para cumplir con su sueño de convertirse en agente de policía, indicaron las autoridades. La víctima, de 33 años, tenía un hijo recién nacido y se integró en 2011 al Departamento de Policía de Newman, que cuenta con 12 agentes.

Los agentes también arrestaron a otras cinco personas, entre ellas el hermano de Pérez Arriaga, Adrián Virgen, de 25 años, y un compañero de trabajo Erik Razo Quiroz, de 32 años, quien mintió a la policía para protegerlo, señaló Christianson. Ambos hombres se encuentran sin permiso en el país.

Tres personas también fueron arrestadas en la casa cerca de Bakersfield por ayudar a Pérez Arriga, afirmó Youngblood.