Para el nuevo gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, los desafíos en las relaciones internacionales de México son una realidad acuciante en tiempos en que los países se ven obligados a un posicionamiento claro: o multilateralismo o unilateralismo; o libre comercio o proteccionismo.
Recién asumido el poder, el 1 de diciembre pasado, lo primero pasa por la renovación del cuerpo diplomático en el exterior una decisión compartida con el canciller Marcelo Ebrard.
El país azteca si bien sostiene relaciones diplomáticas activas con 193 países, tiene 150 representaciones en diversas partes del mundo desde embajadas a consulados y presencia en organismos internacionales así como oficinas de representación comercial.
En ningún otro país del mundo México tiene mayor número de consulados, un total de cincuenta en Estados Unidos, como prueba de su simbiótica y sensible relación en un país que es epicentro de la inmigración mexicana y latinoamericana.
Consciente de la estrecha y estratégica vinculación, el pasado 29 de diciembre, el presidente López Obrador anunció la creación de la Zona Libre que él catalogó como “la más grande del mundo”.
¿En qué consiste? En la aplicación de estímulos fiscales a estados y municipios ubicados a lo largo de 3 mil 180 kilómetros de frontera con la Unión Americana y en una franja de 25 kilómetros.
Los beneficios que serán aplicados son: ISR que bajará del 30% al 20%; el IVA pasará del 16% al 8%; se duplicará el salario mínimo y serán homologados los precios de los energéticos con los del vecino del norte.
También han sido atendidos los primeros nombramientos diplomáticos allende las fronteras: Juan Ramón de la Fuente como nuevo embajador de México ante la ONU, Martha Elena Bárcena Coqui, al frente de la Embajada de México en EU y la propuesta de Juan José Gómez Camacho en la representación diplomática en Canadá.
Restan bastantes nombramientos, muchos en sedes altamente relevantes y estratégicas como las embajadas en España, Reino Unido, Francia, Rusia, Alemania, Japón, China, India, Arabia Saudita, Emiratos Árabes y Sudáfrica entre otras.
A COLACIÓN
Además, hay dos posicionamientos sensibles que el nuevo gobierno del presidente López Obrador deberá asumir, el primero, en torno a renovar las relaciones diplomáticas con Corea del Norte, luego de la expulsión de su embajador el pasado 8 de septiembre de 2017.
En ese entonces el presidente Enrique Peña Nieto declaró “persona non grata” a Kim Hyong Gil, titular de la Embajada de Corea del Norte, en territorio azteca; se le concedió a él y a su cuerpo diplomático un total de 72 horas para abandonar el país como protesta por las diversas pruebas de misiles y bombas nucleares llevadas a cabo por el gobierno del presidente Kim Jong-un.
En corto pareció una presión directa desde Washington solicitando a sus “socios comerciales” alinearse con las medidas contra Pyongyang; menos de una decena de países accedieron a las peticiones del presidente norteamericano, de una represalia diplomática contra Corea del Norte, únicamente lo hicieron Emiratos Árabes Unidos, Italia, España, México, Perú y Kuwait.
El segundo, tiene que ver con la relación entre palestinos e israelíes, también es una espada de presión utilizada frecuentemente por Washington en cuanto a su alineamiento de “amigos” de la Casa Blanca; en mayo del año pasado, el presidente Trump decidió trasladar la embajada estadunidense de Tel Aviv hacia Jerusalén violentando los acuerdos de paz entre palestinos e israelíes así como la solución de los dos Estados (Two State Solution de 1967) que permite que Jerusalén se divida una parte como capital de Israel y otra, Jerusalén Este, como capital del Estado Palestino.
A la fecha, secundando a la decisión del traslado de embajadas a favor de Israel -desde Tel Aviv hasta Jerusalén-, lo han hecho también otros países de América Latina amenazados por los recortes a los fondos de ayuda suministrados por EU; así ha pasado con Guatemala, Paraguay y Honduras que ya anunció su decisión e igual que Brasil.
México fiel a la Doctrina Juárez de no intervención en los asuntos internos de otros países, ha esquivado las acuciosas presiones al respecto de mover la sede diplomática… no se sabe por cuánto tiempo más.
Directora de Conexión Hispanoamérica, economista experta en periodismo económico y escritora de temas internacionales