Más de una veintena de pequeños botes pesqueros atacaron la embarcación Farley Mowat del grupo ambientalista Sea Shepherd en el Golfo de California, de acuerdo con un video publicado por la organización.
Los pescadores en el golfo, también conocido como Mar de Cortés, se han quejado de los ambientalistas que tratan de proteger a la vaquita marina, la marsopa más pequeña del mundo, que se encuentra en peligro de extinción.
Sea Shepherd dijo el jueves que los pescadores lanzaron pesas de plomo y trataron de rociar la embarcación y las aguas alrededor de ésta con gasolina el miércoles.
El video muestra que algunos de los barcos pequeros tenían redes agalleras, pese a que están prohibidas dentro de la reserva creada para proteger a la vaquita marina.
La vaquita marina ha sido diezmada por dichas redes, que se emplean de manera ilegal para la pesca de totoaba, un pez cuya vejiga natatoria es considerada un manjar en China y alcanza precios estratosféricos.
Algunos de los pescadores lanzaron una red frente al Farley Mowat para atascar las propelas de la embarcación, mientras que otros abordaron el barco y parecen llevarse algunos objetos.
También se puede ver que la tripulación del Farley Mowat utiliza una manguera para repeler a algunos de los pequeños botes.
Sea Shepherd opera en el golfo con el conocimiento y cooperación del gobierno de México para ayudar a detectar redes ilegales.
Los expertos dicen que solo quedan 15 ejemplares de la vaquita marina en el golfo, el único lugar donde existen, y ninguna ha estado en cautiverio.
Aunque el gobierno mexicano ha prohibido el uso de redes agalleras en la reserva de la vaquita, la medida ha sido casi imposible de implementar.
Los científicos han pedido al gobierno de México que prohíba la posesión de las redes en toda la zona, así como realizar patrullajes terrestres e inspecciones en los botes que parten al mar para hacer valer la prohibición. Hoy día, las autoridades vigilan la zona, pero los pescadores furtivos a menudo huyen en botes de alta potencia y logran llegar a la costa.
Un viaje de unos investigadores en septiembre avistó seis o siete ejemplares, incluida una madre con una cría nueva. Las observaciones indican que la mayoría de las vaquitas marinas restantes se han reunido en un rectángulo de aproximadamente 20 por 40 kilómetros (12 por 25 millas), un área lo suficientemente pequeña para que pueda estar protegida por barreras flotantes para mantener fuera a los pequeños botes utilizados por los cazadores furtivos.