Entre el año 2015 y finales de 2018, seis mil 111 elementos de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y Marina Armada de México (Semar) desertaron de las instituciones.
Así lo dio a conocer El Universal, quien señaló que los factores que propician el problema son bajos sueldos, exceso de trabajo por la estrategia contra los grupos criminales y más responsabilidad ante la sociedad, según expertos.
Consultado por el periódico, César Gutiérrez, abogado especialista en Derecho Militar, afirmó que “muchos de los desertores” se quedan sin oportunidades de empleo porque les queda una ficha roja a nivel federal: no pueden ser policías o personal de seguridad privada.
Por ello, probablemente terminan en las filas de grupos delictivos, pues son los únicos que les ofrecen un trabajo “con el dinero suficiente para mantener a sus familias”, agregó.
De acuerdo con cifras de la Semar, el estado en el que residían al momento de abandonar a la Marina son Ciudad de México, Colima, Veracruz y Tamaulipas.
Por su parte, en la Sedena más de mil elementos abandonan el Ejército cada año; de las bajas, siete de cada 10 eran soldados.