El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que el robo de combustibles no se debía a la falta de tecnología por parte de Pemex para detectarlo, sino a que los funcionarios no estaban dispuestos a combatirlo.

El robo de combustible no es falta de tecnología, era falta de voluntad. Hay equipo tecnológico de lo más moderno, sonaban las alarmas, pero la dejaban sonar todo el día”, declaró esta mañana durante su rueda de prensa.

Asimismo, apuntó que: “No estamos durmiendo, estamos trabajando”, por lo que cinco mil 800 elementos reforzarán la seguridad de 11 ductos de Pemex.

El mandatario federal recalcó que la estrategia contra el robo de gasolinas establece mantener y reforzar la vigilancia en todos los ductos del país, aumentar el volumen de distribución por mecanismos alternos, adquirir 500 pipas de 600 mil litros o mil pipas de 30 mil litros para garantizar el suministro y dar prioridad a los programas de bienestar en los municipios cercanos a los ductos.