Este miércoles, una fuerte tormenta de arena causó estragos en ciudades de Egipto, al punto de verse obligadas a cerrar sus puertos.

Tal fue el caso de El Cairo, la ciudad capital, que se vio cubierta por una nube naranja y obligó a los transeúntes a refugiarse o cubrir nariz y boca para enfrentar la arena, mientras que las autopistas sufrieron una disminución en la visibilidad.

La intensidad fue tal que provocó retrasos en algunos vuelos, los puertos de Suez y Zeitiyat cerraron a las 14:00 horas y autoridades señalaron el tráfico marítimo seguía suspendido por cuarto día consecutivo en los puertos de Alejandría y Dekheila.