Un convoy de al menos 10 camionetas partió de la zona de la explosión en Tlahuelilpan, Hidalgo, hacia las instalaciones de una funeraria, donde personal de servicios periciales de la Procuraduría General estatal les practicarán los exámenes forenses correspondientes.

De acuerdo con el subsecretario de Gobernación de Hidalgo, Juan Luis Lomelí, los cuerpos no serán entregados a particulares, sino que se aprovecharán las instalaciones de las agencias funerarias para que los especialistas inicien con la identificación de los cuerpos.

Entre los pobladores surgió la incertidumbre del destino que tendrían los fallecidos, pues dudaban que posteriormente pudieran tener una relación clara del lugar a donde fueran llevamos los cuerpos de sus familiares.

Esta situación provocó un momento de tensión entre la comunidad y las autoridades locales, pues los pobladores impidieron la salida del convoy que trasladaba los cadáveres, hasta que se les aclaró el procedimiento que se llevaría a cabo.

Otra de sus demandas fue que se abra la zanja que, según ellos, anoche fue tapada por maquinaria pesada y donde podrían estar probablemente más cuerpos. Las autoridades de la Procuraduría accedieron a remover la tierra en presencia de los pobladores, a fin de que fueran testigos de lo que ahí pudiera encontrarse.

El Gobierno del estado elaborará una lista tanto de los cuerpos que han sido identificados hasta el momento como de las personas lesionadas que se encuentran en distintos hospitales de la zona.

En el lugar de la explosión continúa la presencia de hidrocarburo, lo cual podría constituir un riesgo para la población, toda vez que se removerá material arrojado en la zanja por lo que las autoridades pidieron a la población que permanezca lo más alejada posible.