El crecimiento económico de nuestro país registra un avance de 2.2 por ciento, mientras que en el resto de las naciones latinoamericanas es, en promedio, de 1.2 por ciento, afirmó la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Asimismo, pronosticó que el Producto Interno Bruto (PIB) en México crecerá 2.5 por ciento en 2019, lo cual es una nota positiva e indicó que se observan ligeras mejoras en las tasas de participación y ocupación, ya que mientras la desocupación promedio en la región fue de 8.4 por ciento, aquí es cercana a tres por ciento.
En conferencia, Gerardina González Marroquín, directora de la OIT para México y Cuba; Noémie Feix, oficial nacional de Empleo; y Hugo Ñopo, experto del organismo internacional, reconocieron que uno de los grandes retos que tiene nuestro país es reducir la brecha de género y que las mujeres tengan un acceso más fácil a una fuente de trabajo.
Indicaron que la participación femenina en México es la más baja de la región latinoamericana, 50 por ciento, y comentaron que la desocupación juvenil es de siete por ciento, una de las más bajas de América Latina y el Caribe; sin embargo, es del doble y hasta del triple, en comparación con la de los adultos, que oscila en tres por ciento.
Manifestaron que el país debe establecer medidas para evitar que este sector de la población se vaya a la informalidad y señalaron que el empleo asalariado en nuestro país registró un ritmo de crecimiento estable durante 2018, ya que hay más gente inscrita en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Hicieron notar que la informalidad es la que predomina en el mercado laboral de México, pues llega a 52 por ciento de la población ocupada, principalmente jóvenes y mujeres.
Comentaron que el salario a nivel regional creció entre 2017 y 2018, pero en México este indicador no ha aumentado; «el salario mínimo es uno de los más bajos del continente americano, a pesar de que se han dado aumentos importantes en los dos últimos años«.
Resaltaron que el programa Jóvenes Construyendo el Futuro es una buena opción para lograr insertar a este sector de la población en un trabajo formal, pues tiene como objetivo otorgar 2.3 millones de becas y el joven tendrá la oportunidad de adquirir experiencia laboral.
Consideraron que el reto es enorme, sobre todo para aquellos jóvenes que no han tenido la oportunidad de trabajar, quienes podrían alejarse de actividades vinculadas a la delincuencia organizada, como el narcotráfico.
Alertaron que el desempleo juvenil es alto en México y necesita soluciones integrales para resolverlo y opinaron que «es un programa que va dedicado a jóvenes que no estudian ni trabajan, pero el problema del desempleo juvenil va mucho más allá de estas becas y apoyos, deben ofrecerles empleos formales, dignos y salarios decorosos, para evitar que se vayan a la economía informal«.