Uber y Cabify anunciaron este jueves que dejarán de operar en Barcelona, la segunda ciudad más grande de España, luego de que el gobierno de la región aprobó una regulación más estricta para apaciguar las protestas de taxistas tradicionales.

La nueva norma que exige que los usuarios de estas apps contraten los servicios con 15 minutos de antelación es “totalmente incompatible con la inmediatez de los servicios a demanda”, dijo Uber en un comunicado.

Cataluña impuso las restricciones luego de una huelga de taxistas de Barcelona que duró varios días y en la que se bloqueó una de las principales avenidas de la ciudad y se destrozaron vehículos alquilados a través de plataformas digitales.

Cabify, por su parte, se mostró decepcionada porque las autoridades “cedieron a la presión y las demandas del sector del taxi”.

En Madrid, los taxistas, que llevan casi dos semanas en huelga, exigen medidas similares contra estas plataformas.

Cabify, que llevaba desde 2017 operando en Cataluña, dijo que el 98.5 por ciento de sus pasajeros consiguieron el servicio en menos de 15 minutos.

Enrique Rosich, de 60 años, conductor de una empresa que utiliza Uber, dijo que teme perder su empleo.

Realmente es una muy mala noticia, yo creo que es una muy mala noticia para todo mundo. Es una mala noticia para los que trabajamos porque a partir de mañana lo más probable es que nos vayamos al paro”, comentó Rosich.

Cabify estima que el sector de transporte por apps ha creado unos 3 mil empleos en Cataluña.

Los taxistas, entretanto, celebraron lo que consideraron una victoria de una profesión tradicional amenazada por las fuerzas de la tecnología moderna.

Ha sido muy blandito el decreto, pero bueno, a nosotros ya nos vale, en teoría con que no estén en la calle circulando como nosotros ya nos valía”, dijo Guillermo Alonso, un taxista de 51 años de edad. “Su fin es acabar con el taxi y quedarse con el monopolio”.

Los taxistas han estado en huelga también en Madrid, exigiendo restricciones a los servicios de transporte por apps.

Es la segunda vez que Uber se retira de Barcelona. Su servicio inicial, con conductores no profesionales, fue suspendido por un fallo judicial en 2014.

Uber regresó a Madrid en 2016 y a Barcelona el año pasado, con un nuevo modelo que usa solo conductores que tengan licencia profesional.

Pero las empresas de apps perdieron un caso importante en 2017 cuando el máximo tribunal de la Unión Europea determinó que deben ser consideradas compañías de transporte, no de tecnología. Ese caso se generó a raíz de una demanda de la asociación de taxis de Barcelona Elite Taxi, que ha dirigido las protestas recientes.

Los taxistas se quejan de que las empresas de apps ofrecen los mismos servicios sin tener que acatar los mismos requisitos, con lo cual se crea una competencia injusta.

El ministro de Fomento, José Abalos, dijo que cada municipalidad debe hacerse cargo del tema a nivel local ya que conocen mejor sus problemas.