El senado de la República llegó a un acuerdo en el que todas las fuerzas políticas del Senado y el gobierno federal coincidieron en desmilitarizar la Guardia Nacional, por lo que desaparecen la propuesta de una Junta de Jefes de Estado Mayor militar y la sustituyen por una Coordinación Interinstitucional.

Las policías Militar, Naval y Federal, así como por nuevos elementos de próximo reclutamiento, conformarán la Guardia Nacional, pero con un mando civil, tanto administrativo como operativo, obligado a coordinarse con los jefes militares y navales, en función de las necesidades operativas del nuevo cuerpo de seguridad.

Los militares sólo estarán en auxilio de seguridad durante un máximo de cinco años, amén de que el bloque opositor integrado por el PAN, PRI, MC y PRD aceptaron que los delitos cometidos por elementos de la Guardia serán juzgados por tribunales militares en caso de que se trate de marinos o soldados, pero si son elementos de policía federal serán sometidos a sanciones de carácter civil.

Después de 12 horas de negociación, en la que además de integrantes de la Consejería Jurídica y la Coordinación de Asesores de la Presidencia de la República, la Secretaría de Gobernación y la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, se incorporaron por unos momentos representantes del Ejército Mexicano y de la Marina Armada de México.

El acuerdo más importante de la sesión fue que el mando de las corporaciones de seguridad pública tiene que ser forzosamente civil; que se tiene que profesionalizar a los cuerpos policiacos; una Ley para el uso legítimo de la fuerza y la existencia de un Registro Nacional de Detenidos, para evitar su desaparición.