Cazas israelíes bombardearon blancos extremistas en el sur de la Franja de Gaza en respuesta a un ataque con cohetes contra la ciudad de Tel Aviv, parte de lo que parece ser el inicio de una nueva ronda de violencia entre ambos bandos.
El ataque con cohetes perpetrado sorprendió a las fuerzas armadas israelíes con la guardia baja, y representó la primera ocasión que Tel Aviv, a unos 80 kilómetros (50 millas) al norte de Gaza, es atacada desde una guerra en 2014.
Aunque la ofensiva no dejó víctimas ni daños, representó un significativo recrudecimiento en las hostilidades y preparó el terreno para una dura represalia israelí.
El primer ministro Benjamin Netanyahu convocó a una reunión de emergencia con su jefe militar y otros altos funcionarios de seguridad. Poco después, cazas israelíes bombardearon blancos en el sur y el centro de Gaza.
Las explosiones fueron tan poderosas que fue posible ver el humo de algunas desde Ciudad de Gaza, a 25 kilómetros (15 millas) de distancia.
Las fuerzas armadas israelíes dijeron que estaban atacando “sitios terroristas” en Gaza, pero no proporcionaron más detalles. Medios de comunicación palestinos indicaron que bases navales pertenecientes a la organización gobernante Hamas habían sido alcanzadas. No hubo reportes de víctimas por el momento.
Minutos después, las fuerzas armadas israelíes reportaron la activación de las sirenas de advertencia de ataque aéreo en el sur de Israel. Indicaron que habían detectado un intento de lanzamiento fuera de Gaza, pero el cohete falló y cayó en territorio palestino.
Israel y Hamas son enemigos acérrimos y han disputado tres guerras desde que esa organización islamista se hizo del poder en Gaza en 2007. Ha habido choques menores esporádicamente desde que libraron su última guerra en 2014.