@claudialunapale
Recientemente el Pew Research Center llevó a cabo una encuesta acerca del grado de percepción que tienen los ciudadanos de los países miembros de la OTAN acerca de la prevalencia del organismo y de su eficacia.
De acuerdo con los resultados del sondeo fue mayoritariamente favorable sobre todo con niveles superiores al 65% en Canadá (66%), Alemania (67%), Países Bajos (79%) y Polonia (79%); los peores resultados, por debajo del 55%, estuvieron en España (45%), Grecia (33%) y Turquía (23%).
No han vuelto a ser tiempos fáciles, al renacimiento geopolítico de Rusia se ha sumado el incontestable poderío económico de China, ambos países reclamando su nuevo sitio histórico en los reacomodos actuales.
A Europa le vuelve a preocupar muchísimo el tema, sobre todo en la dimensión de su defensa, mientras el presidente norteamericano Trump exige un mayor esfuerzo presupuestario en gasto militar.
En palabras de Trump la OTAN es “obsoleta” y son los estadounidenses los que terminan pagando vía impuestos por la defensa de los europeos “que deben contribuir más” por su propia protección.
Como secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, apunta igualmente hacia la misma dirección: más gasto implica mayor compromiso en defensa militar y los tiempos, dicen aquí en Europa, lo ameritan.
El compromiso es que los aliados europeos, junto con Canadá, aporten un extra de más de 100 mil millones de dólares hasta sostener un nivel de aportación en defensa que supere el 2% de su PIB.
A diferencia de Francia, España, Italia, Alemania, el gobierno británico cumple destinando más del 2% de su PIB en defensa, a juicio del titular de la Alianza del Atlántico Norte el 80% del gasto en defensa “vendrá de países aliados no europeos”.
En la actualidad, hay 29 estados miembros tanto de América del Norte como de Europa, el gasto militar que se lleva a cabo es del 52% del gasto militar global.
Para este año, el presidente Trump quiere incluir a Brasil, aunque Ucrania también quiere ser miembro formal y en 2017, se abrió la puerta para dar la bienvenida a Montenegro.
A COLACIÓN
En la postura del Campus Internacional para la Seguridad y la Defensa (CISDE) con sus aciertos y sus errores, la seguridad cobra un valor en alza con la OTAN siendo “una herramienta exitosa” en el ámbito internacional.
“No podemos ignorar que en la competición global, sea cual sea el ámbito, hay quienes no siguen las reglas del juego y que aquellos que las respetan parecen perder la partida de la influencia, del poder en definitiva. Sin embargo, las consecuencias de todo ello también son, y tal vez hoy más que nunca, compartidas”, argumentó el organismo.
La defensa, en palabras del CISDE, es en definitiva necesaria a todos los niveles, incluso cuando uno no siente el peligro: “Tal vez en ese momento más que en ningún otro y en esa tesitura nos encontramos”.
La gente quiere un mundo más seguro, donde la paz no sea una delgada línea roja traspasable en cualquier momento, con más de 15 mil ojivas nucleares repartidas entre dos países como son Estados Unidos y Rusia.
A la fecha, ocho países tienen armas nucleares: Estados Unidos, Rusia, Francia, China, India, Pakistán y Corea del Norte; solo dos de éstos son miembros de la OTAN.
Hay otros países como Israel, Irán, Arabia Saudita, Armenia y Sudáfrica que se habla de trabajos clandestinos pero sus respectivos gobiernos ni lo confirman ni lo desmienten. El mundo quiere la paz… la OTAN tiene mucho trabajo por delante.
Directora de Conexión Hispanoamérica, economista experta en periodismo económico y escritora de temas internacionales