No cabe duda de que los lubricantes íntimos son una de las herramientas básicas al tener relaciones sexuales; no obstante, pueden volverse hasta peligrosos si no son utilizados de la manera adecuada.

Existen personas que adquieren cualquier lubricante debido al aroma, precio o imagen, pero lo cierto es que hay más cosas para tomar en cuenta al comprarlo y, sobre todo, al utilizarlo, pues de esa manera se pueden evitar relaciones sexuales dolorosas, infecciones y hasta enfermedades de transmisión sexual.

Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió una serie de consejos y advertencias relacionadas a esta cuestión. Dicho organismo compartió una lista de los errores más comunes al utilizarlos, y a continuación te la compartimos.

  1. No tomar en cuenta el condón que se utilizará

Se debe conocer la base del lubricante. En general, la recomendación es utilizar una formula compatible con el látex, es decir, de base acuosa o silicona. Dichos lubricantes no deteriorarán el látex, haciendo así el encuentro sexual más seguro, pues evitará de manera efectiva la rotura del preservativo.

Marián García, doctora en farmacia y profesora de la Universidad de Distancia Isabel I, indicó que los lubricantes con base de aceite son más inseguros, pues deterioran el látex.

  1. Usarlos con infección vaginal

Utilizar lubricantes mientras se tiene una infección vaginal puede ser sumamente peligroso, pues contribuiría a que el padecimiento se propague hacia otras zonas, además, agravaría las molestias derivadas de la infección.

Asimismo, se debe tener cuidado al elegir lubricantes con sabores y aromas, pues de acuerdo con el divulgador sexual Oscar Ferrani, si una mujer sufre de infecciones recurrentes, es posible que este tipo de lubricantes promueva la reaparición de dichos padecimientos.

  1. Uso de lubricantes caseros

Es sumamente peligrosa la utilización de sustancias que no fueron hechas con el objetivo de servir como lubricante sexual. Puede provocar infecciones, pues destruyen la flora vaginal, así como la proliferación de bacterias.

Así que, aguas con usar aceite de cocina, aceites vegetales y de cocina, vaselina, cremas humectantes y otras cosas extrañas que se te ocurran.

  1. Uso de saliva como lubricante sexual.

Pese a que es un método muy difundido por los clips pornográficos, esta práctica es un medio de contagio de distintas infecciones de transmisión sexual, como el herpes. Además, se seca muy rápido, lo cual podría tornar un encuentro sexual placentero en doloroso.

  1. Aplicarlo con las manos sucias

Si no se tiene la higiene suficiente a la hora de aplicar el lubricante , se promueve la proliferación de bacterias en los genitales de los participantes en el encuentro íntimo, provocando, además de infecciones, síntomas como ardor, comezón, mal olor y exceso de flujo vaginal.

  1. Usar cualquier lubricante en casos de resequedad vaginal

Cuando se padece resequedad vaginal debido al uso de anticonceptivos, menopausia o embarazo, se debe consultar a un ginecólogo para saber qué tipo de lubricante será el adecuado, pues elegir un incorrecto podría alterar gravemente la flora vaginal y así empeorar las molestias.

  1. Lubricante y embarazo

Al igual que en el punto anterior, se debe consultar con un especialista a la hora de utilizar lubricante íntimo para evitar complicaciones, infecciones o alergias. Recuerda que existen lubricantes especiales para mujeres embarazadas.