La cifra de muertos en Sri Lanka ya alcanza las 207 personas , entre ellas una treintena de extranjeros, y unas 450 resultaron heridas una de las jornadas mas sangrientas, esto después de una serie de explosiones simultáneas en cuatro hoteles, un complejo residencial y tres iglesias, donde numerosos fieles celebraban una de las grandes festividades cristianas. Los ataques no han sido reivindicados.