La Procuraduría de Justicia de Hidalgo entregó los primeros cuerpos de las víctimas mortales de la explosión de una toma clandestina en un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el municipio de Tlahuelilpan, registrada el pasado 18 de enero.

Desde temprana hora, en el Servicio Médico Forense (Semefo) comenzaron a salir los vehículos fúnebres con los familiares que acudieron a reclamar los restos de quienes fueron sus hijos, hermanos o padres.

En el lugar de la explosión se localizaron 68 restos, de los cuales 15 fueron reconocidos y y entregados de forma inmediata y 53 más se enviaron al Semefo de Pachuca el 22 de enero, con la finalidad de realizar pruebas de identificación.

A los cuerpos entregados se les realizaron pruebas de ADN para ser identificados y ahora serán entregados a sus familiares.

La explosión en Tlahuelilpan dejó un saldo de 135 personas fallecidas, muchas de ellas perdieron la vida en el momento de la explosión y el resto durante su hospitalización en nosocomios de Hidalgo y en la Ciudad de México.

El siniestro ocurrió en los días más agudos del combate por parte del gobierno federal contra el robo combustible en ductos de Pemex y su distribución ilegal.