La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estimó que la economía mexicana crecerá 1.6 por ciento este año y para 2020 se recuperará a cerca de 2.0 por ciento, datos menores a sus estimaciones previas del organismo, de 2.0 y 2.3 por ciento, respectivamente.
El secretario general del organismo internacional, José Ángel Gurría Treviño, apuntó que en los últimos años la economía nacional se ha desacelerado, al igual que la economía mundial, a pesar de la decena de reformas aprobadas durante la pasada administración.
En la presentación del Estudio económico de México 2019 de la OCDE ante el secretario de Hacienda, Carlos Urzúa Macías, Gurría Treviño estimó posible que la economía mexicana crezca 6.0 por ciento en el último año de este gobierno, y alcanzar un promedio sexenal de 4.0 por ciento, como prevé el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2014.
“Sí, espero que sí, y como secretario general” hará todo lo que pueda para que México logre este crecimiento planteado en el PND 2019-2024, que el presidente Andrés Manuel López Obrador envió el pasado martes a la Cámara de Diputados para su aprobación, por primera vez en la historia.
El exsecretario de Hacienda y excanciller mexicano apuntó que en los últimos años, la economía nacional se ha desacelerado, al igual que la economía mundial, a pesar de las reformas aprobadas durante la administración pasada.
Destacó que México es uno de los países de la OCDE que más reformas ha promovido en los últimos años, y si bien algunas ya han comenzado a dar resultados, después de más de una decenas de cambios estructurales aprobados en la administración pasada, “el crecimiento de la economía mexicana sigue siendo débil y poco incluyente”.
Esto, precisó, se ha dado también en un contexto económico mundial complicado, lo cual se reflejó en el crecimiento “modesto” de solo 0.2 por ciento en el primer trimestre respecto al mismo periodo del año pasado.
Otras debilidades de la economía mexicana son las enormes desigualdades en los ingresos de los mexicanos, la informalidad laboral, desafíos en materia de salud, el peligro inminente de “viejos pobres” por pensiones precarias, así como la baja participación laboral de las mujeres, mencionó.
Para hacer frente a estos desafíos, la OCDE recomienda a México mejorar significativamente su política fiscal para hacerla más progresiva, mejorar su productividad e incrementar los apoyos a las escuelas en zonas desfavorecidas.
Asimismo, mejorar la calidad y efectividad de los programas sociales, aumentar cuando menos al doble las contribuciones a las pensiones, y de forma urgente, mejorar la calidad de sus instituciones y fortalecer el Estado de Derecho.
Gurría Treviño apunto que México enfrenta grandes desafíos estructurales, y para resolverlos, ofreció el continuo apoyo de la OCDE, así como para que este gobierno también cumpla con el mandato que recibió para luchar contra la corrupción, combatir la inseguridad, de transparencia.
Por su parte, el secretario de Hacienda expresó que en este informe bianual, la OCDE señala las fortalezas y retos de la economía mexicana, sobre los cuales coincidió con las áreas de oportunidad que menciona el organismo en materia de finanzas públicas, entre ellas, la baja recaudación tributaria.
Esta baja recaudación, indicó, es una limitante para realizar inversión pública que ayude a reducir la brecha en infraestructura y para una política social más activa, “es necesario contar con recursos que permitan abatir la elevada pobreza que tenemos en México pero sin comprometer la disciplina fiscal ni la sustentabilidad de la deuda pública”.
Ratificó la promesa de campaña no crear nuevos impuestos en los primeros tres años de este gobierno, ni aumentar los impuestos vigentes en términos reales, pero “el gobierno estará tomando medidas para aumentar la recaudación y reducir los espacios regulatorios que permiten la elusión y la evasión fiscal”.
Por ejemplo, adelantó Urzúa Macías, se buscará aumentar la base de contribuyentes, reducir el fraude, la evasión y la elusión fiscal en el caso del Impuesto al Valor Agregado (IVA), la cual es particularmente alta en México.
En 2016 se dejó de recaudar entre 2.4 y 3 por ciento del PIB por concepto de IVA, por ello como una de las primeras acciones al respecto fue la eliminación de la compensación universal, que propiciaba una alta evasión y se estima que al cancelarla, se podrá aumentar la recaudación en más de 40 mil millones de pesos, afirmó.
Resaltó que el gobierno también trabaja en las áreas de oportunidad señaladas en el estudio de la OCDE, como aumentar la inversión, reducir la multiplicidad de programas sociales y mejorar su efectividad, detonar un proceso de desarrollo que reduzca la desigualdad, acelerar la productividad, mejorar la calidad de las instituciones, fortalecer el Estado de derecho y combatir la corrupción.