La diplomacia norteamericana ya negocia una cita entre el presidente estadounidense Donald Trump y su homólogo Xi Jinping para la próxima Cumbre del G-20 en junio en Osaka, Japón.
Llegarán a reunirse con las relaciones entre ambos atravesando el negro túnel de la incertidumbre, Jinping ha dicho reiteradamente en su país y ante los empresarios locales que “no cederá ante las condiciones estadounidenses” porque siempre imperará el trato recíproco.
Y China está jugando también sus piezas en el ajedrez. ¿Qué armas tiene China para asfixiar la política proteccionista de Trump? Primeramente, Estados Unidos es la principal economía deudora del orbe, y China es su principal acreedor.
¿Qué significa? Que puede presionar vía la compra de deuda, la economía norteamericana necesita financiarse, ¿qué pasaría si el gobierno de Xi Jinping empieza a vender sus bonos del Tesoro? Una nueva crisis.
Con información del Departamento del Tesoro se sabe que China posee 1.1849 billones de dólares de deuda gubernamental norteamericana, además, es la nación con más cantidad de divisas en dólares en su banco central con 3.1615 billones de dólares, y por si fuera poco, cuenta con voluminosas reservas de oro: según el Banco Popular de China tiene 1 mil 843 toneladas de metal amarillo.
Es decir, una guerra comercial puede llevar al mundo a una crisis de deuda derivada del impago de los bonos del Tesoro vendidos masivamente y eso terminaría contaminando a otros papeles emitidos por otros gobiernos para financiarse creando tal cisma de desconfianza que el colapso sería descomunal.
Una guerra comercial puede llevar a China a deshacerse de dólares y llevar a cabo su proyecto de convertir al renminbi en divisa internacional así como al yuan en moneda de inversión mundial, atesoramiento y rentabilidad.
También el Banco Central de China da indicios de querer orientar al yuan a una política de debilidad respecto al dólar para así compensar las pérdidas económicas derivadas del alza de aranceles.
Un yuan devaluado respecto al dólar implica darle mayor capacidad de compra el importador estadounidense dado que su moneda valdrá más respecto que la china… una forma de compensar en parte que deba importar el producto necesario para su proceso de producción bajo las nuevas condiciones de las cuotas impuestas.
El yuan ha traspasado la llamada línea roja de los 7 yuanes por billete verde marcada por Washington y que ya levantó la protesta airada de la Casa Blanca advirtiendo la maniobra de Beijing. El yuan se cambia actualmente en 6.765 unidades por dólar.
La guerra comercial está a punto de convertirse en una guerra de divisas y eso aumenta la preocupación de los organismos internacionales porque la contaminación por efectos negativos se trasladará a otros ámbitos financieros y monetarios.
A COLACIÓN
China viene advirtiendo de que si continúa enrocándose la actual política comercial norteamericana (hay una presión por diversos ámbitos diplomáticos, empresariales, políticos y económicos) este enorme globo de presión terminará metiendo a la aldea global en otra recesión.
Nadie desea otro gran estancamiento económico producido por un conflicto artificial que inició hace más de un año con Trump lanzando dardos envenenados porque busca a toda costa que su nación siga siendo el eje concéntrico.
Somos testigos –y víctimas colaterales- de esta magna lucha por la sábana del poder mundial, es Estados Unidos pataleando en medio de un océano de problemas como en su momento lo hizo el Imperio Romano aferrado a su propia debacle… a ceder el trono de la potestad geopolítica.
Cada quien defiende sus intereses, Trump protege a los magnates y empresarios que lo votaron y lo apoyaron económicamente, les extiende una red de proteccionismo comercial pensando a su vez en su reelección; para él se resume todo en quedarse otros cuatro años más en la Casa Blanca.
-Directora de Conexión Hispanoamérica, economista experta en periodismo económico y escritora de temas internacionales