La Final de Champions resultó fea, aburrida y muy pero muy lejos del futbol – espectáculo que todos esperábamos, fallones, imprecisos, predecibles y sin emociones que nos atraparan, salvo en los últimos 10 minutos,  a los millones que alrededor del planeta que nos fuimos enganchando por toda esa promoción de la última semana.

En contraste la emoción a raudales surgió horas mas tarde en donde menos se esperaba, en la pelea de Box en la que el Campeón invicto y amplio favorito Anthony Joshua exponía ante nuestro paisano Andy Ruiz, le dicen “Gordo”, así lo parece pero está muy lejos de serlo, varios de sus cinturones del Peso Completo que pasaba casi desapercibido, confieso que yo no tenía ni idea de esa pelea hasta que puse “Box Azteca”, el hambre y deseo de ser de Andy me atrapó de inmediato como seguramente a muchos que sintonizaron la función y a los miles que acudieron al Legendario Madison Square Garden de Nueva York. Andy era el perdedor en turno frente a Joshua, insisto, no solo el Campeón invicto sino el mejor Peso Completo del planeta.

GANARA O PERDIERA

Andy Ruiz nos tenía pegado a la TV, mas aún cuando se levantó casi noqueado de esa caída en el tercer round no para defenderse sino para ponerle cara a Joshua y buscar el golpe que pusiera parejas las cosas, ese golpe vino en el mismo tercer round, no producto de la casualidad sino del corazón de Andy,  que sabía que la oportunidad le llegó casi de casualidad y que quizá nunca se le podría presentar de nuevo.

IMPLORÓ Y LO ESCUCHARON.

La cadena DAZN, la misma que tiene al “Canelo” Alvárez en exclusiva con ese contrato millonario, tenía programada la función en la que Anthony Joshua expondría sus cinturones ante el retador invicto Jarrel Miller, solo que al llamado “Big Baby” lo suspendieron por dar positivo en un antidoping el pasado 19 de Abril, el promotor salió en búsqueda de un retador alterno, había varias opciones pero solo había dos semanas para  subir al ring, Andy Ruiz y su equipo llamaron, se ofrecieron a pelear, los “batearon” hasta que el Cubano Luis Ortiz declinó la propuesta, el promotor Eddie Hearn lo aceptó y la pelea se presentó casi como una exhibición para Anthony Joshua, los golpazos que se repartieron fueron tremendos, solo que Andy Ruiz se había levantado de la lona para sorprender y “tocar” a Joshua para así alzarse con la victoria por nocaut en el 7º round y el título Mundial Completo, algo a lo que nunca un boxeador mexicano se había siquiera acercado.

Andy Ruiz no es tampoco un flanecito, 34 peleas con una sola derrota por decisión, justamente hace tres años en Nueva Zelanda ante el entonces campeón Joseph Parker.

No me cabe duda que Anthony Joshua va por la revancha casi de inmediato, su jerarquía así lo avala, solo que el “Gordo” Andy no va ser la víctima segura, la pelea va a ser de gran atractivo por el morbo que despertará.

Así las cosas pues, mientras la Champions fue muy decepcionante y hasta aburrida muy lejos del nivel de dos equipos que disputaban el título de Europa, la liebre de la emoción saltó horas después en Nueva York, ese contraste es precisamente la magia que nos hace amar el deporte, por eso estamos aquí.. así de fácil…