Al menos 13 personas murieron este lunes cuando las fuerzas de seguridad de Sudán atacaron un campamento de protesta en la capital del país, Jartum, disparando y prendiendo fuego a las carpas para desalojar el lugar, según testigos y organizadores de las manifestaciones. Los manifestantes llevaban varias semanas de sentada en un intento de presionar al Ejército para que cediera el poder.

En videos difundidos en internet durante la operación se veía a civiles corriendo por calles llenas de carpas, con la cabeza agachada mientras se oían disparos de fondo. Una humareda se alzaba desde la zona.

Los heridos están en el suelo de la zona de recepción porque no hay camas suficientes”, dijo Azza al-Kamel, médico del hospital Royal Care, cercano a la zona donde habían acampado los manifestantes ante la sede del Ejército en la capital de Sudán.

Al menos trece personas murieron y más de 200 resultaron heridas, muchos por armas de fuego, según activistas.

Las Fuerzas de Declaración de la Libertad y el Cambio, que representan a los manifestantes en las negociaciones de transición, dijeron el lunes que no tenían forma de evacuar “los cuerpos de nuestros mártires” y anunciaron que suspendían sus conversaciones con el Ejército sobre la formación de un gobierno civil.

El lugar era el epicentro del movimiento de protestas en Sudán, que en un principio lograron forzar la destitución del veterano autócrata Omar al-Bashir el pasado abril.

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Después de que el Ejército depusiera a Al-Bashir y tomara el poder, decenas de miles de manifestantes se quedaron en el campamento y en otros puntos de protestas, afirmando que no era suficiente con poner fin a los 30 años de gobierno de Al-Bashir y reclamando una rápida transición a un gobierno civil.