La Casa Blanca dijo este viernes que la amenaza del magnate Donald Trump de imponer aranceles a México se cumplirá el lunes como está planeado, a pesar de que los negociadores seguían reunidos en Washington, tratando de evitar este intento de obligar al país aliado a detener el flujo de migrantes centroamericanos hacia el norte.
“Nuestra posición no ha cambiado”, dijo la vocera de la Casa Blanca, Sarah Sanders, a la prensa en Irlanda antes de que Trump iniciara el regreso a Washington. “Los aranceles siguen avanzando y entrarán en vigencia el lunes”.
Entretanto, se reanudaron las conversaciones en el Departamento de Estado. Durante su viaje a Europa, Trump ha estado al tanto de la información que le envía el vicepresidente Mike Pence y el secretario de Estado, Mike Pompeo. Sanders dijo que se registraron muchos avances, pero no los suficientes.
El arancel sobre todos los bienes importados desde México, que sería inicialmente de 5 por ciento y se elevaría a 25 por ciento, tendría consecuencias económicas enormes para los dos países.
Los estadounidenses compraron bienes importados desde México por valor de 378 mil millones de dólares el año pasado, principalmente autos y autopartes. Muchos miembros del Partido Republicano de Trump y empresarios afines le han exhortado a que recapacite, ante los perjuicios que sufrirían los consumidores y fabricantes estadounidenses.
No obstante, Trump ha adoptado los aranceles como herramienta política para someter a los países a su voluntad, en este caso en materia de inmigración.
Funcionarios de la Casa Blanca emitieron mensajes aparentemente divergentes a la espera del regreso de Trump. El asesor económico Kevin Hassett dijo que Trump podría aplazar los aranceles, mientras que Marc Short, el jefe de despacho de Pence, dijo que “falta mucho camino por recorrer”.
“Cuando aterrice el presidente, le informarán sobre la situación y el presidente decidirá los próximos pasos”, dijo Hassett a Fox Business Network. Añadió que ha habido “movimiento positivo” en los últimos días.
En todo caso, Trump parece dispuesto a invocar una declaración de emergencia que le permita poner en vigencia los aranceles, según personas que siguen las conversaciones.
“Se puede anticipar que sucederá hoy”, dijo Short a la prensa. “Si las negociaciones marchan bien (Trump) puede desistir de eso en algún momento el fin de semana”.
Durante la primera ronda de conversaciones del miércoles, el abismo entre los países fue claro.
México ofreció concesiones pequeñas y hasta ahora no reveladas, mientras que Estados Unidos exigió una acción importante. Estados Unidos presionó una vez más a México para que intensificara la aplicación de la ley en su frontera sur y para que firmara un “acuerdo de tercer país seguro”, algo que dificultaría que aquellos que entran a México desde otros países soliciten asilo en Estados Unidos.
En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador no dijo si aceptaría que su país sea un “tercer país seguro”, pero a diferencia de ocasiones anteriores, no lo descartó hoy viernes por la mañana durante su conferencia de prensa diaria.
El líder moral del Partido Morena expresó de nuevo su esperanza de que se pudiera llegar a un acuerdo antes del plazo del lunes.