A 48 años de la matanza del Jueves de Corpus, el gobierno federal refrendó su compromiso con la demanda “ni perdón ni olvido” de sobrevivientes y familias de esta etapa de de terror de la guerra sucia.

La masacre de Corpus Christi “nos recuerda a todos que hechos tan lamentables como el que el que se vivieron ese día los debemos recordar para no repetirlos en el presente, en especial en el futuro”, subrayó la titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Olga Sánchez Cordero, en la inauguración del memorial “Circular de Morelia”.

En la Plaza Morelia, ubicada a un costado del edificio de la calle Morelia número 8, que albergaba la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS), el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, anunció que se abrirán todos los sótanos de Tlaxcoaque, Gobernación y el Campo número 1 de la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena), porque “no tenemos nada que ocultar” y “tenemos la obligación de que se conozca la verdad” de estos hechos.

Ante la esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador y coordinadora de la iniciativa Memoria Histórica y Cultural, la Beatriz Gutiérrez Müller, la funcionaria federal mencionó que ese episodio trágico “nos ha lastimado como sociedad”.

En el pasado reciente existía una política de Estado para borrar y desaparecer no sólo a la gente opositora a ese régimen, sino para borrar sus ideas y desaparecer sus ejemplos de vida y de sacrificio.

Es por eso, subrayó, que ahora se hace imprescindible la recuperación de la memoria y de la historia.

“Hoy como ejercicio de gobierno hacemos un reconocimiento a los desaparecidos y a los sobrevivientes de graves violaciones de derechos humanos, detención arbitraria, tortura y detenciones extrajudiciales”, planteó.

Recordó que en el edifico de la DFS despacharon personajes como Miguel Nassar Haro, Fernando Gutiérrez Barrios, Luis de la Barrera, entre otros, quienes al mencionarlos los presentes gritaron “asesinos, asesinos”.

Este edificio, señalando el número 8, fue un espacio de reclusión, en el que se efectuaron prácticas de contrainsurgencia, desapariciones, detenciones, tortura a cientos de hombres, mujeres, menores de edad, así como del antiguo régimen para exterminar todo intento de oposición y de discrepancia, y sede de la Brigada Blanca.

Ante familiares y sobrevivientes del trágico Jueves de Corpus, quienes al unísono gritaban “justicia, justicia”, calificó como un hecho histórico que el gobierno reconozca este episodio negro que aconteció en sus sótanos, por lo cual es imprescindible rescatar esos testimonios, en aras de no repetirlos en el presente ni futuro.

Destacó que hacer público el proyecto “Sitios de Memoria, Verdad, Justicia, Reparación y no repetición forma parte de una serie de mecanismos para dignificar la memoria de las víctimas».

En su intervención, el subsecretario de Derechos Humanos de la Segob enfatizó que el Ejecutivo federal les ha dado la encomienda de no escatimar ningún esfuerzo, ningún trabajo, desde todos los ámbitos del gobierno para conocer la verdad y hacer justicia.

Terminar con esa impunidad que durante décadas ha estado socavando el derecho de las personas a conocer que pasó con su familiar, con su hija, con su hijo, con su padre y tenemos que trabajar de manera conjunta”, expuso.

Dijo que en 2006, en aras de buscar la verdad sobre lo ocurrido el 10 de junio, se hizo pública la nómina del Metro, que en aquellos años era donde se pagaba a los Halcones por parte del entonces regente del Distrito Federal, Alfonso Martínez Domínguez.

Destacó que fueron muchos los espacios de tortura y represión, por ello por instrucciones del Ejecutivo federal se abrirán los sótanos de la plaza de Tlaxcoaque, Gobernación y del Campo Militar Número 1.

En muchos espacios del poder público, especifico, “tenemos que reivindicar el ejercicio del poder para el bien de la gente, que quede atrás aquella visión en la que predominaba el interés del Estado y el principio de autoridad para garantizar el principio de los derechos humanos, su garantía y respeto para todos y todas y lograr un país en el que podamos vivir en paz”.

Terminado el acto, las autoridades se trasladaron al Memorial, ubicado en el sótano de Circular de Morelia 8, donde realizaron un recorrido.