Con 309 votos en contra y 209 a favor, los parlamentarios británicos rechazaron la propuesta de los representantes del Partido Laborista que planteaba publicar una ley para dar al Parlamento la autoridad para la ratificación de una salida desordenada de la Unión Europea (Brexit).

Incluso diputados laboristas votaron en contra de la enmienda de su propio partido, en tanto que algunos conservadores se pronunciaron a favor.

Esta situación representa un revés para el conservador Boris Johnson, en caso de llegar a ocupar el cargo de primer ministro, toda vez que su principal promesa es sacar a Reino Unido de la UE el 31 de octubre.

El portal electrónico de Bolsamanía publicó que en un acto de campaña Johnson señaló: “Después de tres años de discusiones y de dos fechas aplazadas, debemos abandonar la UE el 31 de octubre. Un retraso significaría una derrota. Un retraso significa que acabe gobernando Jeremy Corbyn (líder laborista). Si volvemos a dar una patada a la pelota hacia adelante, nos daremos un tiro en el pie”