La empresaria y exprimera dama, Sandra Torres, avanzaba a la cabeza de las elecciones presidenciales en Guatemala, aunque todo apuntaba que habría una segunda vuelta electoral para definir al próximo mandatario de la nación centroamericana.

Poco antes de la medianoche, las autoridades electorales reportaron que sólo se habían contabilizado el 35 por ciento de las mesas, y Torres se ubicaba en primer lugar con 24.06 por ciento de la votación, seguida del médico Alejandro Giammattei, con 15.06 por ciento.

De mantenerse esa tendencia, nadie obtendría el 50 por ciento más uno de los votos válidos necesarios para ser declarado ganador de los comicios, y los dos primeros lugares se irían a una segunda vuelta el 11 de agosto, donde triunfaría el que obtenga la mayor cantidad de sufragios.

El próximo presidente, que asumirá en enero de 2020 por un periodo de cuatro años, recibirá un país con una creciente migración por la pobreza y la violencia y la inconformidad de varios sectores ante problemas de corrupción no resueltos.

El presidente del Tribunal Supremo Electoral, Julio Solórzano, dijo en rueda de prensa que la lentitud en el conteo se debía a que se debían procesar varios datos de una elección en la que contendieron 19 candidatos a la presidencia.

Más de 8.1 millones de ciudadanos fueron convocados a las urnas, en una jornada en la que también se votó por el vicepresidente y más de 4 mil funcionarios, entre ellos alcaldes y diputados al Congreso y al Parlamento Centroamericano.

Llamo a la paz y a la armonía”, dijo después de votar el presidente saliente, Jimmy Morales, quien antes se desempeñaba como cómico y era neófito de la política.

Al ser cuestionado por los periodistas sobre su salida del gobierno, los niveles de corrupción en su administración y su decisión de no renovar el mandato de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, explicó: “Puedo ver a los ojos a los guatemaltecos y decirles que sigo siendo el hombre trabajador y honrado que conocieron en la televisión”.