Dos bebés, un infante y una mujer fueron encontrados sin vida en Texas, cerca de la frontera entre Estados Unidos y México bajo un calor abrasador, en un preámbulo de lo que podría dejar el verano en momentos en que números nunca antes vistos de familias migrantes intentan llegar a Estados Unidos.
Las autoridades creen que los cuatro llevaban muertos varios días antes de que sus cuerpos fueran descubiertos el domingo en el Valle del Río Grande. No se han dado a conocer detalles sobre la relación entre las víctimas.
Se trata del más reciente descubrimiento lúgubre de migrantes que mueren mientras intentan atravesar el peligroso desierto y el caudaloso Río Bravo.
Las cuatro víctimas perecieron a causa del calor después de vadear el río, dijo a la agencia AP un funcionario policial familiarizado con la investigación y que pidió el anonimato.
Los nombres de los cuatro fallecidos en el Valle del Río Grande no fueron dados a conocer por el momento y las autoridades intentan determinar su país de origen. Los cadáveres fueron localizados en las inmediaciones de un parque aledaño al río en la ciudad de Mission, dijo el sargento del departamento de policía del condado de Hidalgo, Texas, Frank Medrano.
El FBI está a cargo de la investigación debido a que el parque se ubica en terreno federal.
Medrano dijo que el área es utilizada frecuentemente por los migrantes que ingresan ilegalmente al país.
“Es una ruta conocida porque está muy cerca de la frontera”, señaló.