El fiscal especial Robert Mueller accedió a testificar públicamente ante el Congreso de Estados Unidos el 17 de julio, después de que los demócratas emitieran citaciones el martes, informaron los titulares de dos comisiones.

El presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos, Jerrold Nadler, y Adam Schiff, quien encabeza la Comisión de Inteligencia, señalaron en un comunicado conjunto que el fiscal especial accedió a testificar sobre el reporte de Trump-Rusia que presentó en abril.

Ambas comisiones han negociado con Mueller durante más de dos meses sobre su testimonio. Pero él se había mostrado titubeante a declarar sobre la investigación más allá del comunicado público que emitió en mayo.

Las citaciones a Mueller fueron acompañadas con una misiva en la que los presidentes de los paneles dijeron que “el pueblo estadounidense merece escuchar directamente de usted sobre su investigación y sus conclusiones”.

La inusual comparecencia de Mueller ante las comisiones de Asuntos Jurídicos y de Inteligencia de la Cámara de Representantes se perfila como la más anticipada audiencia legislativa en muchos años, dado el hermetismo total que rodeó a la investigación de Mueller sobre los contactos de la campaña del ahora magnate Donald Trump con el gobierno ruso. Mueller nunca respondió a los ataques públicos y hostiles lanzados por Trump y nunca acompañó a los fiscales cuando iban a los tribunales a anunciar cargos contra personas acusadas.

Su única declaración pública la hizo desde el podio del Departamento de Justicia el mes pasado, cuando trató de explicar su decisión de no procesar a Trump ni de acusarle de conducta criminal alguna. Además, en un mensaje a los legisladores, dejó en claro que no hablaría más allá de lo expresado en su reporte de 448 páginas.

Hemos escogido estas palabras cuidadosamente y el texto habla por sí mismo”, dijo Mueller el 29 de mayo. “No daré más información, más allá de lo que ya se ha hecho público, en comparecencia alguna ante el Congreso”.

Tales declaraciones poco hicieron para acallar los pedidos de que comparezca ante el Congreso. Los dos paneles de la cámara baja siguieron negociando con Mueller durante semanas, afirmando que querían escuchar directamente a Mueller, sin importar cuán renuente estaba él.

Cuando uno acepta el cargo de fiscal especial en una de las investigaciones más importantes de la historia moderna, es de esperar que el Congreso te pida que vengas a testificar”, manifestó Schiff.

Trump reaccionó en Twitter lloriqueando: “¡Acoso presidencial!”.

En el reporte emitido en abril, Mueller concluyó que no habían suficientes evidencias para probar que hubo una conspiración entre la campaña de Trump y Rusia, pero recalcó que no podía exonerarlo de las acusaciones de obstrucción de justicia. La investigación documentó varias ocasiones en que Trump trató de afectarla.