El exfiscal especial Robert Mueller rechazó tajantemente hoy miércoles las aseveraciones del magnate de Estados Unidos, Donald Trump, de que fue exonerado de obstrucción de justicia, advirtiendo que las aseveraciones del mandatario al respecto están equivocadas.
“El presidente no fue exonerado de los actos de los que se acusa”, declaró Mueller en la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Cámara de Representantes, al inicio de una audiencia sobre su investigación en torno a los lazos entre la campaña de Trump y Rusia.
En la tarde, Mueller compareció ante la Comisión de Inteligencia de la cámara baja, donde aseveró que la investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones “no fue una cacería de brujas”.
Los rusos, afirmó Mueller, siguen tratando de manipular las elecciones estadounidenses.
“Lo están haciendo mientras estamos sentados aquí”, expresó el veterano investigador.
Manifestó esperanzas de que el reporte que redactó servirá de ejemplo “para quienes vengan después”.
El documento, aseveró, debe ser “una señal, una bandera … para que este problema no siga sin resolver”.
Añadió que las acusaciones de que Rusia se inmiscuyó en la campaña electoral estadounidense no eran falsas.
“Los procesos judiciales que iniciamos contra los rusos fueron sustanciales”, declaró.
Mueller condenó además las declaraciones que el entonces candidato Donald Trump hizo elogiando a WikiLeaks durante la campaña de 2016. En la campaña, el sitio de hackercetes de izquierda publicó miles de correos electrónicos de allegados de Hillary Clinton.
“Decir que fueron problemáticas es poco”, afirmó el fiscal.
En la sesión anterior, Mueller manifestó que el gobierno de Rusia perpetró la injerencia porque creía que se beneficiaría con la elección de Trump.
Cuando uno de los legisladores le preguntó si, según la investigación, el gobierno ruso percibía que habría un beneficio con la victoria de uno de los candidatos en las elecciones de 2016, Mueller respondió “sí”.
¿Cuál candidato?, se le preguntó.
“Ese sería Trump”, contestó el investigador.
Las comparecencias son las primeras de Mueller desde que concluyó su pesquisa hace unos meses y representa un espectáculo extraordinario: un fiscal discutiendo en público la investigación penal que él condujo sobre un presidente en funciones.