Un segundo caso de ébola fue confirmado en Goma, una ciudad con más de dos millones de habitantes, dos semanas después de que se registrara por primera vez la presencia de la enfermedad en la zona, informaron las autoridades este martes.
Al parecer no existe relación entre el caso de un hombre infectado y el paciente previo en Goma, dijo a la prensa Jean-Jacques Muyembe, coordinador local de respuesta contra el ébola. El enfermo llegó el 13 de julio procedente de una zona minera en la provincia de Ituri, en el noreste del Congo, y comenzó a presentar síntomas el día 22 de ese mes. El paciente se encuentra aislado en un centro de atención del ébola.
Goma se ubica en la transitada frontera del Congo con Ruanda y tiene un aeropuerto internacional.
Durante meses, las autoridades de salud temían que se confirmara un caso de ébola en la ciudad. Días después del anuncio del primer paciente en Goma, la Organización Mundial de la Salud decretó el brote de ébola como emergencia global.
El actual brote es el segundo más mortal de ébola en la historia, con más de mil 700 decesos a pesar del uso extendido de una vacuna experimental pero efectiva contra la enfermedad. Las labores por contener el brote enfrentan desafíos sin precedentes en medio de ataques de grupos rebeldes y la desconfianza de los residentes en zonas del Congo que nunca habían tenido casos de ébola.
Muyembe y otras autoridades intentaban el martes tranquilizar a los habitantes de Goma y países vecinos al anunciar la implementación de medidas para reforzar la vigilancia contra el ébola en lugares fronterizos y otras partes. Ruanda, Uganda y Sudán del Sur, todos países vecinos del Congo, comenzaron a vacunar a sus trabajadores de salud desde hace semanas o meses.
La declaración de una emergencia global, la quinta en la historia, propició nuevos compromisos por millones de dólares de parte de donadores internacionales, pero algunos trabajadores de salud consideran necesario un nuevo enfoque para educar a las comunidades. Durante el brote actual, demasiadas personas continúan muriendo en sus casas, afirmaron las autoridades.