El presidente Andrés López afirmó que cuando el expresidente Felipe Calderón le declaró la guerra a la inseguridad, “le pegó un garrotazo a lo tonto al avispero y nos metió en esto que estamos padeciendo todavía».
«Se puso un uniforme del Ejército que le quedó grande, parecía el comandante Borolas”, dijo.
Esto en su conferencia de prensa desde Villahermosa, Tabasco, donde aseguró, sin pruebas, que su gobierno sí hace bien las cosas en seguridad, pues “consideramos que la paz y la tranquilidad son frutos de la justicia y que no se resuelven los problemas de inseguridad y violencia con medidas coercitivas”.
“Yo no tendría la misma seguridad, aplomo, confianza y optimismo en enfrentar este problema si no contara con el apoyo de las Fuerzas Armadas, de la Defensa y de Marina«, sostuvo.
Pese a que había dicho este jueves que no iba a responsabilizar más a sus antecesores de los problemas del país, López afirmó esta mañana no se pueden dejar de considerar los antecedentes, pues los gobiernos anteriores incumplieron con la responsabilidad del Estado de garantizar la seguridad pública y cuestionó que se permita que se formen grupos para la protección de la población.
Eso es responsabilidad del Estado, “esa fue una estrategia ilegal y equivocada que no dio resultado, y lo que hicieron fue aumentar más la inseguridad y la violencia”, asentó el presidente.
Insistió que no se va a aplicar de permitir que grupos se armen y se autodenominen defensores de los ciudadanos para garantizar la seguridad pública, porque “el estado tiene que cumplir con la paz y la tranquilidad de los ciudadanos”.
«A otros el cargo les queda grande»
Luego de las declaraciones de López, Felipe Calderón escribió en Twitter: «A mí no me queda el saco, a otros el cargo les queda grande”.
«Hoy se cometen más de 100 homicidios al día, casi el doble que al final de mi gobierno, el cual comenzó a limpiar la casa plagada de animales venenosos. Hoy se les deja crecer porque no distinguen alacranes de abejas«, evidenció.