El ojo del huracán Dorian estaba al este de Jacksonville, Florida, mientras el meteoro avanzaba hacia al noreste, en paralelo a la costa de Estados Unidos con el Atlántico.
Por la tarde del miércoles, los vientos máximos sostenidos de Dorian habían disminuido ligeramente a 165 kilómetros por hora, pero seguía siendo un huracán de categoría 2.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos precisó que el vórtice de Dorian estaba a unos 185 kilómetros al este de Jacksonville y que se desplazaba al nor-noroeste a casi 15 kilómetros por hora.
Al menos siete muertes han sido reportadas en las Bahamas por Dorian, y aún se desconoce el alcance total del desastre.
Desde el Vaticano, el papa Francisco pidió una oración por las víctimas del huracán Dorian, diciendo que sufren por la pérdida de sus hogares y sus seres queridos.
Francisco hizo el llamado durante declaraciones breves a los periodistas mientras viajaba el miércoles a bordo del avión papal rumbo a Mozambique para iniciar una visita de una semana a tres países del sur de África.
El pontífice exhortó a orar por todos aquellos en Bahamas que padecieron la tormenta más poderosa en su historia, con vientos de 295 kilómetros por hora y lluvias torrenciales que inundaron casas, hospitales y aeropuertos, además de dejar muchas calles intransitables.