La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) recortó sus previsiones del crecimiento de la economía mundial para lo que resta de 2019 y durante 2020 debido a las crecientes tensiones comerciales y la incertidumbre política.

En su informe “Perspectiva Económica Provisional”, que revisa las previsiones semestrales, la OCDE estimó que el crecimiento de la economía mundial se ralentizará al 2.9 por ciento en 2019 y al 3.0 por ciento en 2020, las tasas de crecimiento anual más débiles desde la crisis financiera de 2008.

La OCDE cita como razones principales de esta reducción del crecimiento la incertidumbre provocada por el Brexit, la guerra comercial entre Estados Unidos y China y el endeudamiento privado.

La posibilidad de que Reino Unido abandone la Unión Europea (UE) sin acuerdo es otro de los factores más desestabilizadores, con costes sobre el comercio y un impacto sobre la economía británica que podría hacer que el país cayera en la recesión.

La economía global se ha vuelto cada vez más frágil e incierta, atizada en gran parte por las tensiones comerciales y políticas, que minan la confianza y la inversión, de acuerdo con la última Perspectiva Económica Provisional de la OCDE publicada en la página web de la organización.

La incertidumbre provocada por las continuas tensiones comerciales ha sido duradera, reduciendo la actividad en todo el mundo y poniendo en peligro nuestro futuro económico”, dijo Laurence Boone, economista jefe de la OCDE.

Llamó a los gobiernos a aprovechar la oportunidad que ofrecen las bajas tasas de interés actuales para renovar la inversión en infraestructura y promover la economía del futuro.

Según la OCDE, las perspectivas económicas se están debilitando tanto para las economías avanzadas como para las emergentes, lastradas por la desaceleración de China y la caída de sus exportaciones de materias primas.

La organización, con sede en París, Francia, calcula que la economía de Estados Unidos se ubicará en un 2.4 por ciento en 2019 y 2.0 por ciento en 2020, cuatro y tres décimas menos que en las previsiones de mayo pasado, mientras que la de China sería de un 6.1 y 5.7 por ciento, lo que supone un recorte de una y tres décimas.

En este contexto, la OCDE también redujo sus previsiones en los países emergentes, sobre todo India, con un crecimiento de 5.9 por ciento (-1.3 por ciento) este año y 6.3 por ciento en 2020 (-1.1 por ciento).

La situación más crítica es la de Argentina, en plena crisis económica y financiera, que tendrá este año una recesión de 2.7 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) y de 1.8 por ciento en 2020.