Javier Duarte afirmó que el expresidente Enrique Peña Nieto se “compró” la estrategia de entregar a “uno de los suyos” para que no lo acusaran de corrupto y “ocultar” los escándalos que tenía encima por casos como la “Casa blanca” y Ayotzinapa, e incluso por su popularidad.
El exgobernador de Veracruz, quien fue detenido el 15 de abril de 2017 en Guatemala, afirmó que para el gobierno de Peña Nieto él era “el gobernador priista más sacrificable”, cuando solo siguió órdenes. “Fui la caja china del gobierno”, expuso en entrevista con Danielle Dithurbide en Televisa.
Al aclarar que nunca dijo que tenía pruebas contra Peña Nieto, sino contra funcionarios de la administración pasada, se negó a dar nombres porque aún no ha presentado su declaración ministerial.
Sin embargo, dijo que accedió a reunirse con funcionarios de la Fiscalía General de la República (FGR), encuentro que calificó como “una primera plática” y en el cual no estuvo presente su abogado, con el fin de entregar información sobre hechos delictivos de la administración pasada.
“Yo no estoy pidiendo ningún criterio de oportunidad, ningún beneficio a cambio de esta información”, aseguró el exmandatario estatal desde el Reclusorio Norte, donde se encuentra detenido.
A pregunta expresa de por qué lo haría entonces, Duarte de Ochoa respondió: “una, es mi obligación ciudadana hacerlo, y dos, no le debo lealtad a nadie”; no obstante, se reservó precisar de qué hechos se trata.
“Estoy preparando la información, la documentación y todo lo que tengo para poder integrarla en la o las carpetas de investigación”, subrayó en la conversación, difundida la mañana de este miércoles.
Al respecto, insistió en que en su momento dará a conocer los hechos de corrupción en los que solo siguió órdenes. “No podría anticipártelo, porque por obligación y un tema estricto legal, a los primeros que les debo dar esta información es a las autoridades responsables”.
Sobre la bodega en la que se encontraron obras de arte y su presunto enriquecimiento, Duarte de Ochoa dijo que “son parte de la fabricación de una mente perversa, de un psicópata que gobernó Veracruz durante dos años, Miguel Ángel Yunes Linares”.
Al preguntarle sobre las acusaciones que existen contra su esposa, Karime Macías, refirió que el único elemento que existe en una denuncia que se presentó es la declaración de un funcionario, la cual se obtuvo bajo amenazas y tortura, y en la que estuvo involucrado el exfiscal de Veracruz, Jorge Winckler.
Recordó que la negociación de su entrega en Guatemala la hizo con una mesa en la que la parte de Gobernación estaba representada por el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen); la Unidad de Inteligencia Financiera, la Consejería Jurídica del presidente, y un abogado particular que se decía el representante del gobierno federal.
En julio pasado, Duarte de Ochoa dio a conocer un video que grabó previo a su detención, el cual –dijo- tuvo que esperar para difundirlo hasta que se renovara la administración federal y salieran del gobierno funcionarios que lo persiguieron.
“No podía hacerlo de otra manera, en ese momento estaba secuestrado, prácticamente, por las autoridades federales, sería como darme un balazo en la sien”, dijo.