El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, recibió esta mañana al expresidente de Bolivia, Evo Morales, en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

Morales llegó a México a las 11:09 horas en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), luego de solicitar asilo político tras su renuncia el domingo pasado.

Vestido con una camiseta azul, el exmandatario bajó la escalinata de la aeronave y saludo a Ebrard, quien acudió en representación del Gobierno de México.

Morales dio una breve alocución ante la prensa; tras relatar los hechos ocurridos durante el conflicto electoral en Bolivia, reiteró que renunció «para que no haya más hechos de sangre ni enfrentamientos«.

Asimismo, agradeció el apoyo del gobierno de Andrés López, ya que, afirmó, de no haber sido por ello, no seguiría con vida.

“(El gobierno de) México me salvó la vida”, afirmó y explicó cómo un oficial de la milicia le reveló que se le ofreció una recompensa de 500 mil dólares «a cambio de entregarme«.

«Mientras tenga la vida, seguimos en política, sigue la lucha, y estamos seguros que los pueblos tienen todo el derecho de liberarse. Pensé que habíamos terminado con la opresión, la humillación, pero surgen otros grupos que no respetan la vida y menos a la patria«, agregó.

Evo Morales aseguró que no cambiará la lucha por los pueblos y lamentó la existencia de adversarios.

Insistió en lo dicho el pasado fin de semana: «si algo de delito tengo, es que es indígena Evo«.

«Sepa el mundo que por este golpe no voy a cambiar ideológicamente (…) es una lección más para aprender.

Muchas gracias hermanos, muchas gracias gobierno, lo más importante es estar con vida«, concluyó para dirigirse a abordar un helicóptero que despegó con rumbo desconocido.