Durante siglos, los residentes de Ciudad de México llevaban las tortillas calientitas en servilletas de tela o canastas de paja y llevaban otros alimentos en “cucuruchos”, bolsas de ayate o de red, e incluso en bultos atados.

Los capitalinos podrán regresar a esas costumbres a partir de hoy 1 de enero, cuando entró en vigor una nueva ley que prohíbe las bolsas de plástico, que se volvieron omnipresentes en los últimos 30 años.

Algunos dicen que están listos y deseosos para la nueva ley. Los supermercados prometen promover bolsas reutilizables de fibras sintéticas, pero otros batallan para comprender cómo afectará en la práctica la prohibición.

Algunos residentes de Ciudad de México todavía utilizan bolsas tradicionales de ayate, servilletas de tela para envolver las tortillas o canastas. Muchos -sobre todos los mayores- jalan carritos plegables de dos ruedas en las tiendas y mercados. Algunos vendedores todavía utilizan latas de sardinas para medir alimentos a granel.

Bajo la nueva ley, los supermercados serán multados si dan bolsas de plástico. La mayoría ya ofrecen bolsas reutilizables hechas de una gruesa fibra plástica y que venden a un precio aproximado de 14 pesos.

Sin embargo, es complicado dada la escasez de agua en la ciudad. Está muy bien aconsejar a los residentes no poner bolsas de basura en sus basureros, pero lavar el contendor de la cocina cada dos días después de su uso porque no tiene bolsa pasará factura a las provisiones de agua.

Ello, sin mencionar la extendida costumbre de tirar el papel de baño usado al basurero para no afectar las cañerías viejas e insuficientes de muchas casas. El papel de baño usado no es algo que se pueda entregar sin bolsa al recolector de basura.

Aldimir Torres, el líder de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico, calificó la ley de “populismo barato”. Consideró que la nueva ley se elaboró sin tener normas claras sobre qué tipo de material degradable seguiría siendo permitido.

La ley deja la puerta abierta para utilizar bolsas de plástico por motivos de “higiene”, presuntamente para productos como carnes frías o queso. También permite aquellas que rápidamente se degraden, pero no especifica las condiciones.

Por ejemplo, los abundantes puestos de comida callejera en Ciudad de México con frecuencia utilizan bolsas de plástico para cubrir temporalmente los platos en lugares en donde no hay agua o fregaderos para lavar cada plato tras su uso.

Para 2021, la misma ley prohibirá pajillas de plástico, cucharas, cápsulas para café y otros artículos de un solo uso.