Una estampida este martes en el cortejo fúnebre del general Qassem Soleimani, asesinado en un ataque aéreo estadounidense dejó 56 muertos y más de 200 heridos, de acuerdo con la prensa de Irán.

La estampida se produjo en Kerman, ciudad natal del general Soleimani, cuando se llevaba a cabo la procesión, según Pirhossein Koulivand, jefe de los servicios médicos de emergencia de Irán, reportaron las agencias Fars e ISNA.

No había información sobre qué provocó la estampida. Los videos iniciales publicados en línea mostraban gente que yacía sin vida en una calle, mientras otros gritaban y traban de ayudar. El funeral de Soleimani fue pospuesto, pero no se dio una nueva fecha.

Desafortunadamente, como resultado de la estampida, algunos de nuestros compatriotas resultaron lesionados y algunos murieron durante las procesiones fúnebres”, había dicho horas antes. Al aplazar el entierro de Soleimani, las autoridades citaron su preocupación por la gran multitud reunida, indicó ISNA.

La procesión del día anterior en Teherán reunió en torno a un millón de personas, abarrotando las dos principales avenidas de la capital y las calles aledañas en una muestra de duelo sin precedentes en el país.

La muerte de Soleimani ha provocado exigencias de venganza contra Estados Unidos en todo Irán. El ataque ha disparado la tensión en Oriente Medio y Estados Unidos advirtió este martes a los barcos sobre una amenaza iraní no especificada en aguas de la región, rutas cruciales para los suministros globales de energía.

Antes el martes, el líder de la Guardia Revolucionaria iraní, Hossein Salame, amenazó con “prender fuego” a aliados de Estados Unidos como represalia del ataque de la semana pasada, provocando gritos entre la multitud de “¡Muerte a Israel!”.

Salame hizo esas declaraciones ante miles de personas reunidas en la plaza central de Kerman.

Los actos fúnebres suponen un homenaje sin precedentes en el país para un hombre al que los iraníes consideraban un héroe nacional por su labor en la Fuerza Quds, el cuerpo expedicionario de la Guardia Revolucionaria.

Estados Unidos acusaba a Soleimani de la muerte de soldados estadounidenses en Irak y le acusó de planear nuevos ataques justo antes de su muerte el viernes en un ataque de dron en el aeropuerto de Bagdad. Soleimani también lideró tropas en la larga guerra en Siria en apoyo del presidente, Bashar Assad, y era el contacto de Damasco con grupos aliados de Irán en países como Irak, Líbano y Yemen.

Su asesinato ya llevó a Teherán a abandonar las restricciones que aún quedaban del acuerdo nuclear de 2015 firmado con potencias extranjeras. El sucesor de Soleimani y otras personas destacadas prometieron venganza. En Bagdad, el parlamento pidió la expulsión de todas las tropas estadounidenses de territorio iraquí, algo que los analistas temen podría permitir el resurgimiento del grupo extremista Estado Islámico.

En declaraciones en Kerman, Salame elogió las hazañas de Soleimani y dijo que, como mártir, suponía una amenaza aún mayor para los enemigos de Irán.

Nos vengaremos. Prenderemos fuego a los lugares que les gustan”, dijo Salami, provocando coros de “¡Muerte a Israel!”.

Según un reporte el martes de la agencia semioficial de noticias Tasnim, Irán ha elaborado hasta 13 planes distintos para tomar represalias por el asesinato de Soleimani. El reporte citó a Ali Shamkhani, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, afirmando que incluso el más suave de los planes supondría una “pesadilla histórica” para Estados Unidos. Declinó dar más detalles.

Si las tropas estadounidenses no dejan nuestra región erguidas y de forma voluntaria, haremos algo para sacar sus cuerpos en horizontal”, dijo Shamkhani.

La Administración Marítima de Estados Unidos emitió una advertencia este martes para barcos en todo Oriente Medio, mencionando las crecientes amenazas tras la muerte de Soleimani.

La respuesta iraní a esta acción, de producirse, es desconocida, pero se mantiene la posibilidad de acciones iraníes contra intereses marítimos estadounidenses en la región.

El año pasado se produjeron varios ataques con minas contra petroleros que Washington atribuyó a Irán. Teherán negó ser responsable, aunque sí detuvo petroleros en la zona del estratégico Estrecho de Ormuz, el acceso al Golfo Pérsico y por donde pasa en torno al 20 por ciento del crudo del mundo.

La Quinta Flota de Estados Unidos, con sede en Bahréin, dijo que respondería a cualquier amenaza.

El Parlamento iraní, por su parte, aprobó una ley urgente declarando “terroristas” al mando militar estadounidense en Washington y a los que actúan en su nombre, para designarlos como sujetos a sanciones iraníes. La medida parecía responder a la decisión que tomó en abril el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de declarar como “organización terrorista” a la Guardia Revolucionaria Iraní.

El Departamento de Defensa de Estados Unidos aprovechó la designación de la guardia como grupo terrorista en Estados Unidos para respaldar el ataque que mató a Soleimani.

Por otro lado, el ministro iraní de Exteriores afirmó el martes que Estados Unidos había declinado concederle una visa para asistir a las reuniones de Naciones Unidas en Nueva York. Como anfitrión de la sede de la ONU, se supone que Estados Unidos debe permitir que mandatarios extranjeros asistan a esa clase de reuniones.

Temen que alguien vaya a Estados Unidos y revele realidades”, afirmó en Teherán el ministro, Mohammad Javad Zarif. “El mundo no se limita a Nueva York y se puede hablar al pueblo estadounidense desde Teherán, y eso haremos”.